Un nuevo estudio ha puesto de manifiesto la complicada relación entre obesidad y coronavirus. Si se sabía que esta enfermedad aumenta el riesgo de sufrir covid grave, parece que los anticuerpos desarrollados por la vacunación pueden ser más bajos.
En un artículo publicado en MedRxiv, investigadores de la Universidad de Cambridge han demostrado que «la disminución de la inmunidad humoral inducida por la vacunación contra el SARS-CoV-2 se acelera en personas con obesidad severa y se asocia con una mayor hospitalización y mortalidad por infecciones emergentes».
Estos investigadores utilizaron la plataforma de vigilancia EAVE II –que se basa en datos de atención médica a nivel nacional casi a tiempo real– para comprobar la hospitalización y la mortalidad por covid después de recibir la segunda dosis.
Las personas con obesidad y obesidad severa mostraron un mayor riesgo de hospitalización o muerte por COVID-19 después de una segunda y una tercera dosis. Las infecciones emergentes después de la segunda dosis de la vacuna se presentaron antes en personas con obesidad severa y obesidad que en personas con peso normal.
Así, descubrieron que, a los seis meses, los anticuerpos neutralizantes mostraban una menor capacidad en personas con obesidad que en el resto. «Nuestros datos sugieren que la obesidad puede conducir a una respuesta de anticuerpos de corta duración», señalan los científicos en el artículo.
«Dado que las personas con obesidad muestran una reducción en el mantenimiento de las respuestas humorales a la vacuna, es probable que se requieran dosis de refuerzo adicionales o más frecuentes para mantener la protección contra el Covid-19. Debido a la alta prevalencia de la obesidad, esto plantea un gran desafío para los servicios de salud y los programas de vacunación en todo el mundo», concluyen.
