MARF
Ustedes tal vez piensen que soy intensa cuando, en este mundo digitalizado, insisto en hacer y apreciar el arte como en los viejos tiempo: usar nuestras manos para moldear, cortar, pegar, rasgar, construir y pintar para crear obras con la finalidad de que sean colgadas en la pared de un museo o que al menos alguien, a quien consideramos con buen gusto, decida ponerla en un rincón de su sala.
Todo es por mi afán de romantizar mi vida, de hacerla más feliz y de apelar a lo artesanal como una manera de recordar que el mundo no se reduce solo a lo que vemos en las pantallas.
Yo no soy la persona más hábil ni creativa para las manualidades, pero me gusta dejar en físico cosas que han sido producto de mi imaginación o una representación de lo que mis sentidos perciben.
Particularmente, siempre me ha llamado la atención la pintura al óleo, pero no he tenido la oportunidad de aprender siquiera las técnicas más básicas de esta antigua y complicada técnica que ha sido utilizada para la creación de obras famosísimas como La Gioconda.
No es lo mismo aprender con un vídeo en YouTube que cuando un artista en persona te dedica parte de su tiempo para que hagas el mejor trabajo posible; aconsejándote, incluso contándote anécdotas para que el aprendizaje sea mucho más cálido y sencillo.
Y como yo no me puedo quedar tranquila hasta que no darles una respuesta satisfactoria a mis interrogantes, investigué un poco y encontré un taller para aprender a pintar al óleo que durante años “ha producido hermosas obras de arte”.
Asistan mañana de 9:30 a.m. a 12:00 p.m. al Multi-Use Room B en el Fort Hamilton Senior Recreation Center para participar en esta maravillosa clase.
Luego quiero ver sus creaciones.
