Acelgas cocidas

Sabores

Te damos la bienvenida a tu espacio Sabores, en esta ocasión les mostraremos el paso a paso para realizar esta receta saludable

Ingredientes

  • 500 g de acelgas
  • Sal

Preparación

Para preparar nuestras acelgas cocidas, tomamos un manojo de unos 500 g aproximadamente y empezamos a separar las pencas de las hojas. Para ello, solamente es necesario realizar un corte en forma de V invertida a ras del tallo.

Hecho esto, retiramos la parte fea de la base de las pencas y procederemos a deshebrarlas, ya que traen unos hilos de fibra bastante duros que pueden resultar desagradables a la hora de degustarlas.

En este caso, lo que tenemos que hacer es quitarle la fina capa de piel que tienen por ambos lados tirando con la hoja de un cuchillo pequeño. No obstante, si se desea picar fino las pencas, este paso no sería necesario.

Con las pencas deshebradas, procedemos a lavar bien tanto estas como las hojas, prestando especial atención a eliminar todos los restos de suciedad. Las sacudimos un poco para eliminar el exceso de agua y cortamos las pencas en trozos del tamaño de un bocado o las picamos en juliana fina.

Por otra parte, cortamos las hojas en tiras. En una olla, ponemos una cantidad de agua suficiente para cubrir las acelgas y la sazonamos con sal. Como hemos dicho anteriormente, la cocción requiere dos etapas y en esta primera vamos a incorporar a la olla únicamente las pencas, pues tardan más tiempo.

Dejamos que se hagan durante unos 5 minutos si las cortamos en juliana o unos 8 minutos para
trozos más grandes.

En cuanto vayan pasado esos primeros minutos de cocción, añadimos las hojas de las acelgas a la olla y continuamos un par de minutos más. Se hacen muy rápido.

Una vez pasado el tiempo de cocción y tras verificar que tanto las pencas como las hojas están cocidas al gusto, retiramos de inmediato la olla del fuego y escurrimos las acelgas.

El agua de cocción se puede recuperar para utilizarla en otra receta o para hacer caldo (pero recuerda que ya lleva sal). Se puede servir las acelgas cocidas enseguida, aderezadas con un chorrito de aceite por ejemplo.

Si se desea utilizarlas más tarde o guardar para otro día, se pueden refrescar en agua fría para interrumpir la cocción y fijar así el color verde de las hojas para que no se oscurezcan.

Las acelgas cocidas también servirán para utilizar en otras recetas.