Alex Saab o el «Ulises» sin épic

Columnistas

Johan Manuel López 

“La tumba de los héroes es el universo entero y no está en las columnas recargadas de fastuosas inscripciones”.

Pericles

Un héroe no es una construcción discursiva. Un héroe se gana su sitial. En las primeras teorizaciones acerca de la estructura del relato, el héroe surgía como un sujeto devenido. Es decir, su figura estaba asociada a una gesta, a una serie de acciones que terminaban por mitificarlo. Hacer de aquél un sujeto de culto y, en algún sentido, pleitesía. 

El sistema de propaganda del chavismo no fue capaz de estructurar alrededor de la figura del empresario colombiano un relato más o menos verosímil para mostrarlo como héroe o como mártir. La maquinaria propagandística de la dictadura chavista intentó construirle una épica exprés: una narrativa sin relato, sin gesta.  La épica, la aventura, las peripecias, entre otras situaciones asociadas al héroe clásico, no forman parte de la vida de Saab. 

Ahora bien, algo debe quedar claro para los regímenes pseudo totalitarios o, de plano, totalitarios: ningún sistema de propaganda, por muy bien estructurado y “aceitado” que esté, construye héroes exprés. Fidel, Chávez, Juan Vicente Gómez, Lenin, Kim Il-sung, Bolívar y hasta el propio Hitler, entre otros, fueron hombres de acción; tenían tras de sí una historia, una serie de aventuras, por así decirlo (asociadas, por lo general, a batallas por el poder), que podían ser contadas en código épico. Un sujeto normal se erige como héroe porque ha tenido la posibilidad de emprender ciertas luchas en favor de alguna causa. Porque puede mostrar “sus heridas de batallas”. Eso lo hace ser un sujeto de culto, un héroe. Tal vez el único elemento que pudiera conectar simbólicamente la figura de Saab a la del héroe clásico esté relacionada con su destino, que, por lo general, está asociado a la desventura, a lo trágico. Saab tendrá, efectivamente, un destino trágico, pero eso, por sí solo, no lo convierte en héroe. 

Hace un par de días cuando se conoció de la extradición de Saab a EEUU, un minúsculo grupo de adherentes y simpatizantes del chavismo se concentró en la Plaza Bolívar de Caracas. Allí, desde una tribuna, una muy bien ataviada Camilla Fabri (esposa de Saab), señaló: “Nosotros somos y siempre hemos sido una familia muy unida y, como él está secuestrado, nosotros también lo estamos como familia”. Fabri, sin saberlo, en su lacónico discurso—leído—, de pronto expresó una premonición: “nosotros también lo estamos (secuestrados) como familia”. Si Saab colabora con las autoridades de EEUU, es posible que Fabri y sus hijos queden a merced del chavismo. Habría que poner atención a la expresión “secuestro” (aparece dos veces en la veintena de palabras de la cita de Fabri: una de forma expresa y otra de forma elidida —pero sobrentendida—), pues algún mal pensado pudiera entender que detrás de esa expresión está operando, de forma soterrada, una “advertencia codificada” para el propio Saab: “No delates al chavismo porque tu familia está acá, con nosotros, secuestrada”. Si bien es sumamente especulativo lo señalado, sabemos que el chavismo es capaz de eso y bastante más. Veamos, por ejemplo, lo que pasó recientemente con Raúl Isaías Baduel o, hace un par de años, con Fernando Albán. 

Por cierto, —¿émula de su cónyuge? —Camila Fabri está siendo investigada en Italia por supuestos delitos de legitimación de capitales y lavado de dinero. Fabri, que también es modelo, antes de conocer a Saab en 2014, trabajó en una tienda por departamento y reportó un sueldo de 1.840 euros para el año 2019, por lo que a las autoridades italianas les parecía “raro” que, con ese sueldo, pudiera pagar un alquiler de casi 6 mil euros al mes y, además, tener un vehículo marca Range Rover Evoque que tiene un valor de mercado de 54.500 euros. Pero lo que más llamó la atención de las autoridades fue la compra de una propiedad en el exclusivo barrio de Via Condotti por un valor cercano a los 6 millones de dólares. Ante estos hechos, la jueza Francesca Ciranna ordenó la incautación de algunos bienes de Fabri por el presunto delito de lavado de dinero. En noviembre de 2019, a la modelo italiana le fueron confiscados un inmueble en Roma, obras de arte y alrededor de 1,8 millones de euros, según informa BBC. De esta manera, la frágil y cándida Fabri que se presentó llorosa en la tribuna de la Plaza Bolívar, ante una escuálida representación del chavismo hace un par de días para reclamar la liberación de su esposo, también está lejos de ser una “Penélope”, la esposa del héroe aqueo que lo esperó paciente a su regreso de la batalla. 

¿Cómo queda la izquierda en todo esto?

Los sectores de izquierda, desde la más doctrinaria hasta la más progre-light, deberían demarcarse de esta burda treta de la dictadura chavista. Dejar atrás sus atavismos petrioteros y entender que salir de la dictadura es la prioridad. Los gobiernos progres del continente deberían, digo yo, también hacer lo mismo. Dejar de «dorar la píldora» y sentar una posición sensata acerca de esta desfachatez que es el Gobierno de Nicolás Maduro. El chavismo es, sin dudas, una figura esperpéntica, para usar una expresión de Valle-Inclán. 

El héroe Saab, sindicado de delitos importantes, ahora será juzgado en EEUU. La narrativa oportunista de cierta izquierda (lea bien, escribí cierta izquierda) dirá que se trata de una conjura imperial en contra de los pueblos soberanos del mundo y la autodeterminación soberana de ser libres y el rosario predecible de los consabidos blablablabla. El problema acá es más complejo: el chavismo queda evidenciado (aún más) como una farsa, como una dictadura. Ahora esa dictadura «le da una patada» a la mesa de diálogo en México porque a su héroe (y diplomático exprés) lo han llevado extraditado a una corte en Florida. El chavismo teme que Saab cante sus mejores arias ante un tribunal gringo. En este punto hay que recordar la expresión “secuestro” usada por Camila Fabri en su escueto comunicado ante la magra concentración chavista en la Plaza Bolívar. Saab tendrá que decidir si coopera con EEUU o, por el contrario, asume su “estoicismo forzado” y hace silencio para prevenir que a su esposa e hijos les “suceda algo”. 

Alex Saab no estará solo

A la extradición de Saab habría que sumar a la ex enfermera de Chávez (quien logró amasar una fortuna de cientos de millones de dólares gracias a los negocios turbios que ella y su esposo hicieron en tiempos del COMANDANTE ETERNO-SUPREMO, AMO DE LOS TEPUYES, DE LAS GARZAS Y DE LAS ROSAS), Claudia Patricia Díaz Guillén (quien llegó a ser tesorera de la nación: ¡Sí, leyó bien: de enfermera a tesorera de la nación!) y a «El Pollo» Carvajal, jefe de inteligencia y contra inteligencia de Chávez. Estos últimos a punto de tener su boleto de extradición hacia EEUU.  

Lo que sí es cierto es que estos tres oscuros personajes dan cuenta del talente profundamente corrupto del chavismo. Pero, además, ponen en evidencia un proceso sistemático de desmantelamiento de las estructuras institucionales más elementales de un país a lo largo de casi 23 años de chavismo. Ojalá todo esto devenga en la caída definitiva de ese oprobioso Gobierno. Ojalá, también, los gobiernos tibiecitos y timoratos puedan entender que el chavismo no es sólo una farsa, sino que esa farsa condenó a millones a vivir en la anomia y la miseria. Desde 2016 a la fecha, más de seis millones de venezolanos han tenido que salir del país producto de unas condiciones de vida deplorables. De igual manera, dentro de Venezuela quedó un pueblo sometido a la pobreza estructural y, sobre todo, a los abusos del que, sin dudas, es el peor Gobierno en la historia republicana del país. 

Según el refranero popular la justicia tarde, pero llega. No sabemos a ciencia cierta cuál será el desenlace de esta historia. Lo que sí es un hecho es que tanto Claudia Patricia Díaz Guillén, “El Pollo” Carvajal y Alex Saab están en verdaderos aprietos con la justicia de EEUU. Ya Saab se encuentra en ese país para iniciar todo el proceso indagatorio por los delitos que se le imputan. Probablemente, dentro de algunos días (o semanas) Díaz y Carvajal corran con la misma suerte del empresario colombiano. Es importante señalar que todo esto ocurre en medio de una posible investigación formal de la Corte Penal Internacional (CPI) en contra del Gobierno de Nicolás Maduro por supuestos crímenes de lesa humanidad, según lo reflejado el informe realizado sobre Venezuela por parte de la fiscalía de la CPI. ¿Se le “vendrá la noche” al chavismo? Es una pregunta que, por ahora, no tiene respuesta. Lo que sí parece cierto es que para el chavismo el panorama no luce alentador. Ya se han sustanciado un buen número de pruebas en su contra. Las eventuales declaraciones de Saab, Díaz y Carvajal ponen una ficha más dentro del largo y oscuro expediente que tiene el chavismo. 

Finalmente, con la “patada a la mesa” de negociaciones en México, el Gobierno de Maduro se “auto pone” contra las cuerdas. ¿Quién querrá oficiar como árbitro en una eventual mesa de diálogo o negociación entre el chavismo y los sectores que lo adversan? Esta “película” la habíamos visto: el chavismo aprovechando los espacios de diálogo o negociación para ganar un poco de tiempo. Lo volvió a hacer. El tiempo se le agota. El tic-tac le resuena en la espalda como un cuchillo puntual. Se lo ve errático, dubitativo, molesto. Es el movimiento del acorralado, del boxeador que está contra las cuerdas y no sabe qué hacer. Sabe que detrás de estas movidas de extradiciones hay, también, motivaciones geopolíticas que tienen como principal protagonista al Gobierno de EEUU. Habrá que ver cuál será la respuesta de China y Rusia, aliados del chavismo. Por ahora, el lobby de estos países no fue suficiente para detener ni la extradición de estos actores del chavismo ni la eventual apertura de una investigación por crímenes de lesa humanidad por parte de la CPI en contra de Nicolás Maduro y su Gobierno.  

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