Lo prudente o imprudente de guardar silencio

Columnistas

Ramon Velasquez Gil

A veces una imagen dice más que mil palabras; a veces, no siempre.

Y también una palabra es suficiente a veces, para resolver un problema o para meterse en problemas.

Pero existe una actitud que el hombre sensato suele utilizar  y que generalmente da buenos dividendos y esta no es otra que ¡Guardar Silencio!.

Cuántas veces no se da alguien golpes de pecho preguntándose: ¿por qué no me quede callado?

La mayoría de las personas pasan en el transcurso de su vida, por algún episodio donde más valía quedarse callado; pero bueno, somos seres pensantes, lo cual nos induce a ejercer el principio de contradicción y defensa.

En tanto, existe un anaquel de silencios que si supiéramos cuál tomar en determinado momento, seria un arma muy efectiva y silenciosa.

Por ejemplo, un Silencio Elegante, que es aquel que uno utiliza ante una jactancia de alguien o ante un error de otro.

Un Silencio Incomodo, es cuando estas en una sala de espera, con varias personas y todas en un silencio que hasta el vuelo un zancudo se puede escuchar; todos mirando la pantallita del celular.

O un Silencio Arrogante, el que se guarda ante una pregunta ingenua.

También existe el Irrespetuoso Silencio, que aquel que se guarda ante un saludo, o ante una interpretación artística o ante un chiste, cosa que no se debe hacer, por más malo que sea el chiste.

Otro es el Silencio Defensivo, que es aquel que se guarda en defensa propia.

Por ejemplo, cuando una persona es arrestada y el policía le dice: ¡todo lo que diga podrá ser usado en su contra!.

Obviamente, el arrestado no dirá ni una palabra.

Otro pero al revés, es cuando la esposa descubre al marido en andanzas de faldas y entonces, apuntándolo con una pistola lo conmina:¡o me dices la verdad o disparo!

El pobre hombre sin más opciones le responde: ¡mi amor, pero es que si te digo la verdad me vas a disparar más rápido.

¡Pum! el velatorio fue al día siguiente.

En fin, si pudiéramos tener siempre presente aquel adagio que dice:

¡en boca cerrada no entra mosca!.

Pero es muy difícil..

Saludos

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