Conoce como estas súper modelos recuperaron la firmeza de sus vientres después de dar a luz

Salud

Está claro que la edad, la genética y la profesión -ser maniquí las hace llevar una dieta ordenada y hacer ejercicio de manera regular- las han ayudado a volver a sus estados anterior al embarazo. 

Pero recuperar el vientre tras ser madre no solo está al alcance de las top models.

Gigi Hadid dio a luz hace seis meses y hoy pasea a su hija, Khais, con el vientre al descubierto en plena primavera neoyorquina. 

Bajo el abrigo apreciamos su abdomen plano que tantas veces hemos visto en desfiles e imágenes compartidas en Instagram.

Así como Emily Ratajkowski que dio a luz el pasado 8 de marzo a su pequeño Sylvester Apollo Bear. 

Y aunque no haya pasado ni un mes desde su parto, nos sorprende la rápida recuperación del estado de su cuerpo. 

Hace poco compartió una foto de su abdomen que provocó un gran revuelo entre sus seguidores. 

Quienes no sean modelos ni tampoco tengan veintipocos años no tienen que desesperarse por su abdomen tras dar a luz. 

Varios expertos nos cuentan qué se puede hacer, para tener un vientre en forma tras el embarazo.

En cuanto al ejercicio, por ejemplo, los médicos recomiendan que se recupere la actividad física moderada entre cuatro y seis semanas después de dar a luz. 

Si se trata de un parto por cesárea lo recomendable será entre ocho y diez semanas. 

nunca hay que forzar las zonas abdominal y pélvica. 

Y siempre, siempre, hay que consultarlo todo con especialistas para que guíen y aconsejen, nada de tomarnos la justicia por nuestra cuenta.

  • Alimentación adecuada.«Tras el embarazo, y sin que ésta interfiera en la calidad de la leche, hay que comenzar una dieta adecuada que permita perder el peso ganado durante esos meses.

Lo ideal es seguir un plan rico en verdura y fibra acompañado de una gran ingesta de líquidos y evitando en la medida de lo posible los hidratos de carbono, pastas, panes y harinas.

  • Ejercicio. Antes de empezar a hacer abdominales, es fundamental que la zona del abdomen sea valorada por un médico, ya que es bastante habitual encontrar diástasis -separación- de los músculos rectos del abdomen y/o hernias abdominales provocadas por la gran distensión que se ha sufrido durante el embarazo. 

Si no es el caso, se puede empezar a trabajar el abdomen una vez se esté recuperada del parto. 

De los ejercicios más recomendados siguen siendo los abdominales hipopresivos, movimientos y posturas que, combinados con técnicas hipopresivas y bajo la atenta mirada de un fisioterapeuta, siempre, disminuyen la presión en las cavidades torácica, abdominal y pélvica. 

Han adquirido popularidad respecto a los tradicionales porque «los clásicos podrían dañar la espalda si se realizan incorrectamente o sin tener una preparación previa y tienen efectos secundarios para el suelo pélvico, como la incontinencia urinaria o la diástasis». 

Por el contrario los hipopresivos contraen la faja abdominal de manera no voluntaria, reduciendo abdomen, disminuyen las molestias en la espalda…

  • También se recomienda algo tan sencillo como caminar bien, que mejora el ritmo cardiaco y fortalece los músculos abdominales.

Hacerlo a buen ritmo y adoptar una buena postura es primordial para mantener los músculos tonificados y flexibles.

  • Recuperar el tono muscular y la firmeza. Además de ganar peso y perder tono, la piel del abdomen presenta pérdida muscular y flacidez. 

Para recuperarlas, «lo ideal es comenzar con estimulación muscular, ya sea mediante ejercicio [como señalado en el apartado anterior] o mediante tecnologías que nos permitan potenciar la tonificación muscular y moldear el contorno corporal; los mejores tratamientos son los de diatermocontracción, que al mismo tiempo que tonifican, estimulan la producción de colágeno a través de radiofrecuencia: de esa manera se tratan dos de los mayores problemas posparto: la flacidez muscular y la perdida de elasticidad de la dermis».

  • Soluciones para que la piel se vea bien. Los cambios hormonales que se producen tras el parto afectan también al estado de la piel, que se vuelve más seca y opaca, además de que aparecen estrías por la extensión sufrida. 

Para ello hay que mantener una correcta hidratación, por dentro y por fuera, si es necesario repitiendo a los largo del día. 

No está de más usar una corporal nutritiva con vitamina C, fuente de antioxidantes y luminosidad. 

O aceites reparadores y regeneradores.

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