La leyenda de la NBA Charles Oakley, quizás el exjugador de los New York Knick más popular desde que el equipo ganó un campeonato por última vez en 1973, se niega a que el equipo retire el número que usaba sobre l acancha, al considerar que eso no lo beneficia.
«Vinieron a mí y me dijeron que iban a retirar mi camiseta, hacer esto y aquello. Y yo digo, ‘No, no puedes comprarme tan fácilmente. Si retiras la camiseta, eso te beneficia, eso no me beneficia a mí'», aseguró en una reciente entrevista en un podcast deportivo.
Oakley afirma que prefiere que su camiseta cuelgue fuera de Madison Square Garden (MSG) para que toda Nueva York pueda verla. “Y me lo tomo muy en serio. Preferiría que fuera por fuera que por dentro porque no fui bienvenido por dentro. Pónganla afuera con la bandera y la gente no tiene que pagar para entrar y verlo … déjalos pasar y verlo. Que sea un lugar turístico».
A Oakley se le prohibió el acceso al MSG después de un incidente de febrero de 2017, tras el que presentó una demanda civil contra el propietario de los Knicks, James Dolan, que luego fue desestimada en febrero de 2020 .
En esa ocasión, Oakley fue arrestado durante un partido entre los Knicks y los Clippers de Los Angeles, tras un altercado con guardias de seguridad en el Madison Square Garden. Oakley, que jugó la mayor parte de sus 19 años de carrera en Nueva York, tuvo que ser retirado de su asiento de la cancha por varios guardias de seguridad después de que lo vieron discutiendo, empujando y golpeando con varios ellos. Todo ello, delante del público y muy cerca de espectadores ilustres como John McEnroe. Algunos espectadores grabaron el incidente con sus móviles.
Según informó la prensa, la pelea fue provocada por Oakley al dedicarse a gritar contra el propietario de los Knicks, James Dolan. Oakley mantiene una relación muy tirante con Dolan e incluso ha quedado al margen de todo tipo de actos en que se convoca a las leyendas de la famosa franquicia.
Puede que no haya igualado el poder estelar de Patrick Ewing o anotado tantos puntos como Carmelo Anthony, pero resonó con la ciudad de Nueva York más que cualquier otro Knick. por su dureza. Oakley nunca fue el mejor Knick, pero durante una década fue el mejor neoyorquino del equipo.
Esa identidad no se desvaneció incluso después de que James Dolan lo expulsó del Madison Square Garden en 2017. La abrumadora mayoría de los fanáticos de los Knicks apoyan su leyenda y quieren que el equipo lo conmemore de alguna manera. El ex entrenador de los Knicks, Jeff Van Gundy, incluso le argumentó a Rustin Dodd de The Athletic que Oakley debería retirar su número.
No es la primera vez que surge la idea. Los fanáticos de los Knicks lo han presionado durante años, y el recuento increíblemente completo de Dodd de la noche en que Oakley fue prohibido solo renovará ese impulso.
Sería un tributo apropiado para Oakley, el campeón del pueblo de Nueva York. Las estrellas de alto precio ya tienen sus camisetas colgadas en las vigas, pero ningún jugador mejor conectado con los neoyorquinos cotidianos que Oakley, por lo que dejar que todos rindan homenaje a su manera sería más significativo de todos modos.
A partir de ahora, no parece haber planes para retirar la camiseta número 34 de Oakley o colgarla fuera del Madison Square Garden. Su enemistad con Dolan continúa y, lamentablemente, eso significa que los fanáticos de los Knicks tendrán que esperar un tiempo antes de ver que su equipo honra adecuadamente a su jugador favorito.
