El Departamento de Parques se dispone a revisar sus iniciativas de plantación de árboles en las calles con una nueva estrategia que apunta a llenar «todas las ubicaciones disponibles» de árboles en las calles de la ciudad para el año 2035, según un comunicado de prensa.
El plan, presentado por la Comisionada de Parques Sue Donoghue, establece el objetivo de plantar 18.000 árboles al año, cubriendo cada junta comunitaria en una rotación de tres años.
Es un cambio con respecto al sistema anterior, en el que las solicitudes de árboles en las calles se manejaban individualmente, lo que generaba una acumulación de más de 42.000 solicitudes, así como plazos impredecibles de entre 2 y 7 años para las nuevas plantaciones.
El nuevo enfoque prioriza las áreas más vulnerables al calor extremo, con un enfoque en los vecindarios con altos puntajes en el Índice de Vulnerabilidad al Calor (HVI, por sus siglas en inglés) donde los residentes enfrentan mayores riesgos para la salud debido al aumento de las temperaturas.
Según NYC Health, el calor mata a unos 350 neoyorquinos cada verano, y los neoyorquinos negros corren un riesgo particular, con una tasa de mortalidad por estrés térmico que es el doble de alta que la de los neoyorquinos blancos.
En Manhattan, los vecindarios que priorizará Parks incluyen West Harlem, East Harlem y el Lower East Side.
Estos vecindarios verán intensificados los esfuerzos de plantación de árboles, y el departamento apunta a llenar cada ubicación viable de árboles para fines de 2027, financiado por un aumento de capital de $136 millones de la administración Adams.
«Los árboles no son solo partes hermosas de nuestro entorno natural, son herramientas fundamentales para combatir los efectos del cambio climático», dijo el Comisionado Donoghue. «Estamos orgullosos de implementar este enfoque innovador para la plantación de árboles, que garantizará que cada vecindario reciba los servicios que necesita de manera regular y sistemática».
La estrategia también incluye mejoras adicionales del paisaje urbano, como la eliminación de árboles muertos y el reemplazo de tocones, para crear un dosel urbano más consistente.
Se anima a los neoyorquinos a participar en las iniciativas de cuidado de los árboles participando en eventos de conservación o cuidando los árboles locales de sus vecindarios.
De hecho, los encargados de cuidar los árboles con buena mano verde pueden incluso hacer un seguimiento de su actividad a través del Mapa de árboles de Nueva York, una herramienta pública que muestra detalles sobre todos los árboles gestionados.