El Gran Gatsby, una de las mejores novelas jamás escritas

Espectáculo

El gran Gatsby es una novela escrita por el autor estadounidense F. Scott Fitzgerald que sigue a un grupo de personajes que viven en la ciudad ficticia de West Egg en la próspera Long Island, en el verano de 1922. 

Existe controversia respecto al autor original de la obra, ya que Fitzgerald fue acusado reiteradas veces por la novelista Zelda Sayre de haber plagiado pasajes enteros de su diario y cartas luego de que le haya permitido leerlas cuando aún era su esposa. 

A pesar de esto, la obra continúa siendo públicamente atribuida al escritor. 

La historia hace referencia principalmente al joven y misterioso millonario Jay Gatsby, su pasión quijotesca y la obsesión por la hermosa ex debutante Daisy Buchanan. 

Considerada como la obra maestra de Fitzgerald, El gran Gatsby explora los temas de decadencia, idealismo, resistencia al cambio, agitación social y el exceso, creando un retrato de la época del jazz, del art decó o de los locos años veinte que ha sido descrito como una advertencia con respecto al sueño americano.

¿Quién es Gatsby, el personaje que da nombre a uno de los mitos creados por la novela del siglo XX? Jay Gatsby es un misterio, el hombre que se inventó a sí mismo y ha montado una inmensa fiesta para reconquistar a la deslumbrante Daisy Buchanan, que una vez lo quiso. 

Nadie sabe de dónde ha salido.

Estamos en la primera hora de la Edad del Jazz, en los felices y cinematográficos años veinte, en Nueva York, tiempo de diversión y emoción, orquestas y tiroteos. 

Gatsby vive en una fabulosa casa de Long Island, y a sus bailes acude «el mundo entero y su amante», cientos de criaturas a quienes no hace falta invitar, insectos alrededor de la luz del festín. 

La puerta está abierta, y la atracción más enigmática del espectáculo es el dueño de la casa, un millonario que quizá sea un asesino o un espía, sobrino del emperador de Alemania o primo del demonio, héroe de guerra al servicio de su país, los Estados Unidos de América, o simplemente un gángster, un muchacho sin nada que se convirtió en rico. 

Lo vemos con los ojos del narrador, Nick Carraway, que dice ser honrado y haber aprendido a no juzgar a nadie.

La novela se publicó en 1925, en el optimista y alegre corazón de la era del jazz, en que «un centenar de pares de zapatos de plata y oro levantaban un polvo luminoso».

Desolada, irónica, poética, cruel, tierna y hermosa hasta lograr hacer de la frivolidad y de las enormes gafas del doctor T.J. Eckleburg dos trágicos referentes de la vida contemporánea. 

También Scott Fitzgerald tenía algo de su personaje. 

A los veinticinco años ya era un escritor de éxito y, sin embargo, se dejó devorar por la euforia del tiempo que le tocó vivir, por su mundo, por sus sueños.

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