Ramón Velásquez Gil.
Ciertamente, una buena salsa es aquella bien condimentada y cuyo sabor podríamos llamarlo sabor alegre. Es esta una de las razones por la que a un género de música latina, el mejor, diría yo, lo llaman Salsa.
La música salsa es un fenómeno musical que nació a mediados de los años sesenta, como una fusión de otros ritmos latinos como el Bugaloo, la Pachanga, la Guaracha, entre otros.
Estos ritmos nacieron en el barrio, en la esquina y por ello, la salsa conlleva ese sabor de la gente de la calle, del barrio. Sabor a gente como uno.
Ahora bien, es inevitable que la música salsa, como muchas otras cosas, tenga sus detractores. Pero eso tiene sus razones y una de ellas es que la mayoría de los que reniegan de la salsa es simplemente por que no la saben bailar.
Bailar salsa, y hacerlo bien, no es fácil. La salsa requiere de irreverencia al bailarla además del buen oído y ritmo. Requiere igualmente no tener miedo escénico y ser anti parabólico para que salgan bien los trompos y tijeretas. Aparte de eso, la salsa por tener como base, música de extracción social, es un ritmo que alegra el alma, alegra el espíritu y ayuda a subir la baja estima, pues te pone a la altura de la gente que piensa cómo tu, los cuales son la mayoría.
Otro punto de vista de los detractores de la música salsa, es que la catalogan o encasillan como música de malandro. Nada más lejos de la verdad. A la gente del bajo mundo les gusta además de la música salsa, otros tipos de música como la llanera, vallenato, reguetón y otros tantos géneros musicales. A los mafiosos de la cosa nostra les gustaba la música clásica: Bethoven, Stravinski, etc.
Esto quiere decir que, la música es universal y no se puede adjuntar a uno u otro grupo humano. La música salsa se oye en Japón, en China y Corea. De hecho, de allí han surgido muchos grupos y exponentes. Y muy bien que lo hacen.
Por mi parte, no quiere decir que yo no escuche otra música pues me gusta la música de Pink Floyd, Led Zeppelin, Jethro Tull y hasta de música gallega, como la Billo´s Caracas Boys. Pero como la salsa para uno sentirse bien, no hay otra.
En conclusión, la salsa puede ser un inmejorable antídoto contra el estrés y si es con una buena pareja, mejor aún. Haga la prueba.