En desventaja niños de familias vulnerables, por no tener internet

Educación

 La organización defensora Legal Aid Society podría demandar a la ciudad de Nueva York, así lo advirtió este martes, debido a que todavía no hay una solución al acceso de internet en los refugios, lo que imposibilita recibir clases a distancia.

Legal Aid society, está solicitando que se supervise a fondo cada refugio, para determinar las condiciones de confiabilidad y conexión a internet, para que los niños que residen en ellos puedan recibir una educación de calidad, así como un plan para abordar estos problemas sistémicos de acceso a internet. La abogada supervisora del Proyecto de Ley de Educación en The Legal Aid Society, Susan J. Horwitz expresó que «la ciudad tiene la obligación moral y legal de garantizar que estas  familias tengan acceso confiable al servicio de internet de  banda ancha, especialmente aquellas con niños que reciben educación de manera remota».

Cabe destacar,  que los niños neoyorquinos de familias de minorías afroamericanas e hispanas de bajos recursos y sobre todo aquellos que viven en refugios de la ciudad, son los que están quedando más rezagados, sin acceso a un aprendizaje en línea. Entre tanto , una portavoz del Departamento de Educación, Sara Casanovas dijo que se están tomando medidas para garantizar que los estudiantes neoyorquinos que viven en los refugios tengan conexión al Internet de calidad para continuar con sus estudios en línea.La portavoz seguro que el DOE ha estado en los refugios evaluando los problemas de cobertura y no dudará en cambiar de proveedor de servicio de internet cuando sea necesario.

Además el Departamento de Educación ha brindado una sala de asistencia tecnológica (it) centrada en los refugios, la cual funcionará de 6:00 am a 5:00pm para apoyar y solucionar los problemas técnicos que presenten las familias. Asimismo , ha solicitado 1.500 líneas de servicios para iPads a Verizon, para poner a disposición intercambios, en caso de que las familias presenten algún problema.  Aliria M. Ruíz Blanco.

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