Conoce la fascinante historia: Una carrera en la moda, de Bill Cunningham

Espectáculo

Conocemos a Bill Cunningham como el ‘inventor’ del street style y como uno de los cronistas de moda más relevantes del siglo XX. 

Sin embargo, mucho antes de recorrerse la ciudad en bicicleta con su cámara de fotos analógica colgada del cuello, Cunningham fue un sombrerero de éxito en el Nueva York de los años 50. 

En Una carrera en la moda cuenta, precisamente, todos sus recuerdos de aquella época, en los que luchó por hacerse un nombre en el mundo de la moda, y cómo Nueva York jugó un papel fundamental en este éxito, a pesar de que los moradores de la Séptima Avenida trataban de copiar sus creaciones descarada y constantemente.

Estas son las memorias póstumas de aquella época fundamental de su vida. 

En ellas narra su lucha por hacerse un nombre en la moda manteniéndose fiel a su intuición artística. 

Nos ofrece su particular visión sobre la industria, en un momento en que la moda se convierte en el instrumento para escalar en la sociedad. 

Por estas páginas vemos pasar a sus excéntricas clientas, los descarados copiones de la Séptima avenida, las caprichosas editoras de moda… hasta llegar al clímax en un desfile de Balenciaga.

Los recuerdos de Bill Cunningham están llenos del entusiasmo, el coraje, la voluntad y la diversión que caracterizaban a su autor, quien eleva lo cotidiano a una épica lucha entre la ética creativa individual y la actitud conservadora de la sociedad.

Y cuando se cansó de emprender, Bill Cunningham se convirtió en uno de los cronistas de moda más famosos de Estados Unidos publicando en Woman’s wear daily o The New York Times, y la verdad es que lo cuenta como si el proceso hubiera sido tan fácil como chasquear los dedos à la Mary Poppins, pero pasando un poco de hambre, eso sí. 

Una vida apasionante desde una perspectiva fashion, si tenemos en cuenta que pertenecía a una familia de clase media de irlandeses católicos en Boston, donde en los años 40 no era muy habitual que un hombre lo dejara todo (incluso una plaza para estudiar en Harvard) por diseñar sombreros de plumas.

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