La ansiedad es una llamada de ayuda de nuestra parte más sensible según Iván Sánchez, experto en respiración consciente. El trabajo con la respiración es tan importante como comprender la ansiedad y reconciliarse con ella.
La mayor parte de las personas hemos sentido o sentimos ansiedad en algún momento de nuestra vida. Los hijos, el trabajo, la pareja, una situación laboral difícil, problemas económicos nos pueden llevar a tener que enfrentarnos a la ansiedad y manejarla puede ser complicado.
El terapeuta de respiración conscienteIván Sánchez, director de la Escuela de Renacimiento y Desarrollo Personal Renacer,nos aporta una visión distinta de la ansiedad y de cómo superarla en su nuevo libro Sanar la ansiedad (Ed. Serendipity).
El secreto reside en parte en recurrir a técnicas de respiración y ejercicios sencillos. Para él ese cambio pasa por ver la ansiedad de una forma menos destructiva, más bien como un proceso natural de crecimiento interno que nos ofrece una posibilidad de crecer y crear la vida que queremos vivir.
LA ANSIEDAD LIBERA EMOCIONES OCULTAS
-¿Qué le pasa al cuerpo cuando sentimos ansiedad? ¿Cómo podemos detectar
que la estamos sufriendo?
-La ansiedad aparece habitualmente en momentos de cambio y crisis personales. En estas etapas ocurren cambios en la mente que liberan emociones que habían estado tapadas durante mucho tiempo.
Mientras están reprimidas, estas emociones obligan al cuerpo a mantenerse en tensión y, cuando se liberan, al principio generan sensaciones físicas intensas y molestas como mareos, náuseas, calor intenso, temblores, hormigueo, hiperventilación y otros síntomas.
Estas sensaciones pueden ser fuertes al principio, pero poco a poco se van suavizando hasta que desaparecen completamente.
En esta etapa es importante no alarmarse y evitar luchar para tratar de eliminar rápidamente todas las molestias, porque eso puede hacer el proceso más difícil.
-¿Qué sucede si no remiten esas sensaciones tan intensas asociadas a la ansiedad?
-Si las molestias nos impiden vivir normalmente, debemos buscar ayuda profesional para entender las causas del proceso y recibir acompañamiento.
Cuando finalmente las emociones son liberadas, las sensaciones desaparecen y el cuerpo experimenta mucha relajación.
En este momento a menudo aparece una profunda sensación de cansancio y necesidad de dormir.
Sin embargo, normalmente antes de llegar a una crisis de ansiedad, uno puede darse cuenta de que está acumulando tensión emocional cuando empieza a observar manifestaciones como tener un nudo en la garganta o en el estómago, tener molestias o presión en el pecho, irritabilidad y susceptibilidad en las relaciones, dificultad para dormir.
Si en esta etapa conseguimos bajar el ritmo y nos escuchamos a nosotros mismos, nos daremos cuenta de los desequilibrios que arrastramos y podremos tomar medidas para vivir con más armonía y dejar de acumular emociones y pensamientos negativos.
Si no hacemos caso de estos síntomas, las emociones tenderán a crear cada vez más presión en nuestro sistema nervioso hasta que llegue una crisis de ansiedad. Entonces todo empieza a salir de golpe y eso puede resultar molesto y agobiante.