Los afectados fueron autorizados para esperar en Estados Unidos la resolución de sus casos de asilo en la Corte de Inmigración.
Pero con engaños les prometieron que en Massachussets recibirían alojamiento, trabajo, alimentos y justicia. Sin embargo, al llegar a la exclusiva isla de Martha’s Vineyard se hallaron solos y
abandonados a su suerte.
Algunos de los 50 inmigrantes enviados por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, a la isla Martha’s Vineyard, Massachusetts, bajo engaño y sin sus consentimientos, reúnen los requisitos y califican para recibir una visa tipo U, para víctimas de violencia.
Los traslados se registraron en septiembre del año pasado en aviones enviados por órdenes el gobernador DeSantis desde Florida a San Antonio, sur de Texas, y luego con destino a Martha’s Vineyard.
A los inmigrantes les prometieron que en Massachussets recibirían alojamiento, trabajo y atención a sus pedidos de asilo en los tribunales de inmigración.
Pero al llegar a la exclusiva isla se hallaron solos y abandonados a su suerte.
Organizaciones locales de ayuda a inmigrantes, al percatarse del traslado engañoso por parte de las autoridades de Florida, fueron en sus ayudas y los ubicaron, primero en refugios de emergencia temporales y poco a poco los fueron instalando y registrando sus nuevas direcciones para que no perdieran sus audiencias judiciales y sus casos de asilo.
La mayoría de los inmigrantes llevados a Massachussets son de origen venezolano. Casi dos años después aquella odisea que formó parte de una dura política migratoria de DeSantis, en abierto desafío a la política migratoria del gobierno federal encabezado por Joe Biden, la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) envió a los afectados información sobre los requisitos de la visa U.