Las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York podrían perder cientos de enfermeras el próximo año, ya que la ciudad enfrenta la expiración de miles de millones de dólares en fondos federales únicos de ayuda para el COVID.
Durante años, muchos programas educativos han sido respaldados por fondos federales, incluidos 65 millones de dólares que apoyaron a aproximadamente 400 enfermeras contratadas, algunas de las cuales brindan atención en edificios que antes carecían de una enfermera escolar.
Pero a medida que ese dinero se agote a finales de este año, el futuro de esas enfermeras y otros programas escolares financiados con dólares federales sigue siendo incierto.
El mes pasado, los funcionarios anunciaron que el Departamento de Educación de la ciudad vería su presupuesto reducirse en un 2,4% , o $808 millones, en el próximo año fiscal, en gran medida impulsado por los fondos federales que expiran.
Con la desaparición del dinero de ayuda, la última propuesta presupuestaria del alcalde Eric Adams asignó más de $500 millones en fondos municipales y estatales para preservar algunos de los programas que financió, incluidos cientos de trabajadores sociales, personal de refugios para personas sin hogar y preescolar para 3- años de edad. Otros, sin embargo, siguen en riesgo.
Actualmente, cada escuela pública tiene una enfermera o un centro de salud escolar, según funcionarios de la ciudad.
Si una enfermera de la escuela dice que está enferma o no está disponible, se envía una enfermera contratada a esa escuela para brindar cobertura.
“Estamos agradecidos por los fondos de estímulo que nos han permitido garantizar que cada escuela tenga una enfermera escolar en el lugar, y continuaremos defendiendo y priorizando esta necesidad a través del proceso presupuestario”, dijo Jenna Lyle, portavoz de la ciudad.
Departamento de educación
Antes de la pandemia, al menos 137 escuelas que atendían a aproximadamente 70.000 estudiantes no tenían una enfermera escolar, según Advocates for Children, una organización que trabaja en nombre de familias de bajos ingresos.
Sin una enfermera escolar en el edificio, los niños con necesidades de salud particulares, como aquellos con asma o diabetes, tienen un mayor riesgo de experimentar complicaciones, dijo Anna MacEwan, ex enfermera escolar que anteriormente trabajó en un campus K-12 en el centro de Brooklyn.
También transfiere más responsabilidades a los docentes, añadió “Tienes que tener una enfermera en el edificio… para manejar todas las cosas que surjan”, dijo MacEwan.
Las enfermeras también brindan tranquilidad adicional a las familias, dijo Noelia Gómez, directora del programa extracurricular de Good Shepherd Services, una organización sin fines de lucro que apoya a niños y familias.
