La retórica antiinmigrante de algunos políticos como Donald Trump empaña y no explica de forma correcta la combinación de métodos y programas a través de los cuales los inmigrantes llegan y se quedan en EEUU.
Los políticos de ambos partidos han criticado durante décadas el sistema migratorio de Estados Unidos y lo describen como prácticamente “inservible”.
Los intentos de una reforma integral han fracasado y la polarización ha arreciado en los últimos años mientras ciudades y pueblos enfrentan grandes retos para acoger a los inmigrantes.
Estados liderados por republicanos, como Texas, han llevado a los recién llegados a ciudades lideradas por demócratas.
Y, en la parte más álgida de estas elecciones presidenciales, la atención se ha desviado hacia una ciudad con una gran cantidad de inmigrantes que residen legalmente en el país. El candidato presidencial republicano, Donald Trump, y su compañero de fórmula, el senador de Ohio JD Vance, han aprovechado los falsos rumores de que los inmigrantes haitianos en Springfield, Ohio, se roban y comen las mascotas de sus vecinos.
Ese es un ejemplo perfecto de cómo la retórica empaña y no explica de forma correcta la combinación de métodos y programas a través de los cuales los inmigrantes llegan y se quedan en Estados Unidos.
Maneras en que se puede migrar a EEUU
Los cerca de 15,000 haitianos que residen en Springfield están en Estados Unidos legalmente. La mayoría de ellos está bajo el Estatus de Protección Temporal, que les permite permanecer en el país y trabajar aquí.
Trump y Vance han fallado en hacer esa distinción y muchos críticos ven ese error como parte de la larga historia de Trump de atacar a los inmigrantes.
En un reciente mitin en Las Vegas, el candidato republicano dijo que la ciudad “había sido tomada por inmigrantes ilegales” usando un término despectivo para describir a esas personas.
Dicho todo esto, Trump no podría deportar legalmente a haitianos que tengan ese estatus de protección.
Partidarios suyos, como Vivek Ramaswamy, han afirmado falsamente que el gobierno federal transportó a haitianos a Springfield.
En realidad, los inmigrantes con estatus legal o con asilo tienen que pagar su transporte. Y la población haitiana creció en esa ciudad en gran medida porque los inmigrantes que llegaron
allí consideraron que pudieron encontrar encontrar vivienda, trabajo y una comunidad.
Beneficios de la inmigración
Históricamente, los inmigrantes o personas con estatus de protección temporal vienen a Estados Unidos a trabajar y a menudo aceptan empleos que los estadounidenses rechazan, cubriendo así una necesidad en la fuerza laboral a medida que las generaciones mayores se jubilan y nacen menos bebés.
La identidad cultural, económica y religiosa de muchas ciudades estadounidenses han sido moldeadas por los inmigrantes.
“La mayoría de los estadounidenses son fundamentalmente inmigrantes, por lo que siempre es un poco loco cuando esto se cuestiona y existe la idea de que la inmigración no es una fortaleza”, dijo el alcalde republicano de Oklahoma City, David Holt.
Uno de cada cinco residentes de Oklahoma City es latino, dijo Holt, y los restaurantes y pequeños negocios que operan se han convertido en parte integral de la ciudad de aproximadamente 700,000 habitantes.
En las décadas de 1970 y 1980, miles de inmigrantes vietnamitas se asentaron allí y hoy su comunidad, unas pocas millas al oeste de la capital del estado, es conocida por sus concurridos mercados y numerosos restaurantes.
“Su cultura y su comida son ahora una gran parte de lo que hace que Oklahoma City sea única”, dijo Holt.
Después de la evacuación de Afganistán en 2021, Holt dio la bienvenida a la ciudad a más de 2,000 refugiados afganos. Uno de ellos, Feroz Bashari, tomó juramento a Holt para su segundo mandato como alcalde.
Bashari, quien había sido el portavoz del gobierno afgano ante Estados Unidos, huyó con su familia cuando el gobierno fue derrocado.
“Un amigo mío que vino antes que yo me dijo que es un buen lugar para vivir y criar a los hijos”, dijo Bashari.
“Es un lugar conservador, creen en Dios, son muy religiosos. Tienen casi la misma cultura religiosa que nosotros”, describió.
Los inmigrantes pueden revitalizar barrios poco poblados estableciendo negocios y pagando impuestos. La ‘Pequeña Habana’ de Miami, el ‘Barrio Chino’ de San Francisco o el ‘Triángulo Polaco’ de Chicago son lugares que se promocionan entre los visitantes.
Pero los inmigrantes también cambian la estructura y la cultura de una ciudad, así como del país, de maneras que les resulta difícil a quienes por años han vivido en esos lugares.
Las complicaciones de la inmigración
Una encuesta del censo realizada entre julio de 2022 y julio de 2023 encontró que la población nacida en el extranjero de Ohio incluía 5,442 personas de Haití.
En comparación, Florida y Nueva York tenían poblaciones de más de 370,000 y 119,000 residentes nacidos en Haití, respectivamente.
Los funcionarios de Springfield han calculado la cifra actual en entre 15,000 y 20,000, y dicen que lo rápido que ha crecido esa población junto con la barrera del idioma ha creado retrasos en la recepción de atención médica, el acceso a servicios sociales y el uso de servicios gubernamentales cotidianos, como obtener una licencia de conducir. Los accidentes de tráfico con resultado de muerte o lesiones también han aumentado en la ciudad, al igual que la dificultad para hallar viviendas.
El gobernador de Ohio, Mike DeWine, tiene profundos vínculos con Haití, ya que viajó allí con su esposa más de 20 veces para apoyar una escuela gratuita que lleva el nombre de su difunta hija.
DeWine, quien nació en Springfield y ha residido en el área toda su vida, dijo que los haitianos que han llegado a la ciudad son muy trabajadores y han ayudado con la escasez de mano de obra en fábricas y almacenes.
Pero también dijo que la rápida llegada de haitianos a una ciudad de 58,000 habitantes también ha afectado los recursos de la ciudad.
Algunas de esas frustraciones salieron a la luz en una reunión de la comisión de la ciudad de Springfield la semana pasada.
Un conductor de autobús escolar dijo que él y otros conductores de autobús se ven obligados a realizar maniobras evasivas todos los días “evitando a las personas que no saben conducir”. Un hombre habló de un amigo a quien el propietario echó de su casa y luego triplicó el alquiler.
Otros residentes reclamaron el fuerte aumento de la matrícula en las escuelas y en el número de personas sin hogar entre quienes llevan años residiendo allí.
“Siento que debería haber un cartel de ‘no hay vacantes’ en este momento”, dijo un hombre.
DeWine, en una conferencia aceptó que afrontan “desafíos”. “Pero vamos a enfrentar esos desafíos”, dijo. “Quizás no los enfrentemos de la noche a la mañana, pero vamos a trabajar en ellos”.
Sembrar temores sobre la inmigración
Trump ha alegado que los inmigrantes han provocado un aumento vertiginoso de las tasas de criminalidad en ciudades como Springfield y Aurora, Colorado, aunque las autoridades de ambas ciudades lo han desmentido.
Muchos estudios muestran que la criminalidad es menor entre los inmigrantes en comparación con los residentes que nacieron en el país.
Casi 200 años antes de que Trump y Vance perpetuaran temores infundados de que los haitianos en Springfield, Ohio, roban y comen perros y gatos, trabajadores chinos en California enfrentaron una demonización similar.
Muchos chinos emigraron de Occidente en la década de 1850, primero para excavar en busca de oro y luego para construir el ferrocarril transcontinental.
La propaganda de la época fomentó el temor de que los chinos eran un “peligro amarillo” que fumaba opio y comía alimentos extraños.
Este sentimiento llevó al Congreso a aprobar la Ley de Exclusión China de 1882. Fue la primera ley que restringió la inmigración por motivos étnicos.
En 1924, Estados Unidos estableció una ley integral de inmigración con un sistema de cuotas basado en la nación de origen.
Favoreció en gran medida a los inmigrantes del norte y oeste de Europa. La intención era limitar a los inmigrantes de Asia, así como a los judíos y otras personas que huían de Europa.
En 1965 se produjo un cambio monumental con la Ley de Inmigración Hart-Celler, que abolió las cuotas con el objetivo de ayudar a los inmigrantes a traer a sus familiares con ellos a los Estados Unidos, una práctica conocida como migración en cadena que primero benefició a los europeos y ahora ayuda a la población de Asia, Europa y América Latina.