Donald Trump llamó a Trudeau un «lunático de extrema izquierda» que ha «destruido Canadá con mandatos locos de COVID».
Canada, obligada a declarar el estado de emergencia, por la huelga de camioneros, que durante más de una semana ha paralizado la actividad comercial de Otavva, y amenaza con extenderse por todo el país, ha protestado por la intromisión funcionarios estadounidenses, quienes deberían mantenerse al margen de sus asuntos internos uniéndose a otros líderes canadienses para hacer retroceder a los prominentes republicanos que ofrecieron apoyo a las protestas por las restricciones de COVID-19 que han asediado el centro de Ottawa durante más de una semana.
Tratan de bloquear la economia
«Los individuos están tratando de bloquear nuestra economía, nuestra democracia y la vida cotidiana de nuestros conciudadanos», dijo el primer ministro Justin Trudeau en un debate de emergencia en el Parlamento, mientras la protesta continuaba afuera. «Tiene que parar».
Trudeau dijo que todos están cansados del COVID-19, pero este no es el camino. Dijo que las restricciones no durarán para siempre y señaló que Canadá tiene una de las tasas de vacunación más altas del mundo. «Los canadienses confían en la ciencia», dijo Trudeau.
«Unas pocas personas gritando y agitando esvásticas no definen quiénes son los canadienses».
Trump y los republicanos con el paro
Muchos miembros del Partido Republicano han hecho comentarios de apoyo a las manifestaciones, incluido el ex presidente Donald Trump, quien llamó a Trudeau un «lunático de extrema izquierda» que ha «destruido Canadá con mandatos locos de COVID».
Los manifestantes han dicho que no se irán hasta que se levanten todos los mandatos de vacunación y las restricciones de COVID-19. También pidieron la destitución del gobierno de Trudeau, aunque es responsable de algunas de las medidas restrictivas, la mayoría de las cuales fueron implementadas por los gobiernos provinciales.
Comenzó pacíficamente pero se desbordo
En una carta a Trudeau y al ministro de Seguridad Pública, el alcalde de Ottawa, Jim Watson, dijo que «lo que inicialmente se describió como una protesta pacífica ahora se ha convertido en un asedio de nuestra área del centro» con 400 a 500 camiones. Pidió 1.800 policías adicionales. Eso casi duplicaría los recursos existentes de todo el Servicio de Policía de Ottawa, que cuenta con 2.100 miembros civiles y de policía.
Dominic LeBlanc, ministro de Asuntos Intergubernamentales, culpó a la interferencia del Partido Republicano por incitar a una conducta desordenada y ayudar a financiar entidades que no respetan la ley canadiense.
