Crecen a 14 casos positivos de ébola en la capital de Uganda y hay casi un centenario en todo el país

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Otros nueve casos positivos de ébola fueron registrados este domingo en la capital de Uganda, Kampala, lo que suma un total de catorce personas infectadas en la ciudad por el brote declarado el pasado 20 de septiembre en el país y que acumula ya 90 casos, constitución hoy la ministra ugandesa de Sanidad, Jane Ruth Aceng.

”Ayer, 23 de octubre de 2022, nueve individuos fueron confirmados como positivos de ébola” en la zona de Kampala y su área metropolitana “lo que elevó el número total de casos a 14 en las últimas 48 horas”, dijo este lunes Aceng a a través de la red social Twitter.

Según la ministra, las víctimas habían estado en contacto con un paciente del distrito de Kasanda (centro) que murió en el principal hospital de Uganda, el de Mulago, en la capital.

Los nuevos casos incluyen siete familiares del fallecido y un trabajador sanitario que lo atendió en una clínica privada, dijo la ministra.

Aceng revelaron las nuevas infecciones solo un día después de cifrar en cinco los casos en Kampala este domingo, cuando informaron de que los pacientes que dieron positivo fueron transferidos a la unidad de aislamiento de Entebbe, otro hospital situado a unos 40 kilómetros de Mulago.

Según confirmaron a EFE este lunes fuentes del Ministerio de Sanidad ugandés, el brote acumula ya un total de 90 casos confirmados, incluidas 28 muertes.

Uganda declaró el pasado 20 de septiembre un brote de ébola tras confirmar un caso en el distrito de Mubende (centro), donde un hombre de 24 años murió por la enfermedad que causa ese virus, en concreto por la inusual cepa de Sudán.

A diferencia de la cepa de Zaire, registrada en epidemias en la vecina República Democrática del Congo (RDC), todavía no existe una vacuna aprobada para esta cepa.

Además, la cepa de Sudán no sólo es menos transmisible sino que presenta una menor mortalidad que la de Zaire.

Países como la RDC, Kenia, Tanzania, Ruanda y Somalia se encuentran en alerta para evitar una posible expansión del virus.

El pasado viernes, el ministro de Información de Uganda, Godfrey Kabyanga, aseguró que “esta epidemia debería revertirse y eliminarse para fines de 2022″.

Por su lado, el jueves, el director interino de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (África CDC, dependiente de la Unión Africana), Ahmed Ogwell, apuntó que los datos actuales “implican un riesgo de propagación en el país y sus vecinos”, pero no requiere medidas de “emergencia total”.

El pasado día 7, un paciente que había huido de Mubende para buscar tratamiento de un curandero tradicional acabó muriendo en un hospital de Kampala, marcando la primera muerte por el virus en la capital ugandesa, si bien se transformó de un caso importado.

El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, anunció el pasado día 15 un confinamiento de 21 días y otras restricciones en Mubende y Kasanda para contener la epidemia.

Descubierto en 1976 en la RDC -entonces llamada Zaire-, el ébola es una enfermedad grave, a menudo mortal, que afecta a humanos y primates, y se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales derivados.

Causa hemorragias graves y sus primeros síntomas son fiebre repentina y alta, debilidad intensa y dolor muscular, de cabeza y de garganta, además de vómitos.

El virus asoló varios países de África occidental de 2014 a 2016, cuando murieron 11.300 personas y hubo más de 28.500 casos.