Como el hecho de mayor gravedad sucedido desde que se recuperó la democracia argentina, catalogó el presidente Alberto Fernández, el que con un revólver en la mano, un joven se acercó a Cristina Fernández de Kirchner el jueves por la noche le apuntó desde una distancia muy corta, pero el arma no se disparó pese a haberse gatillada.
Frente a su casa y ante montones de sus seguidores
La vicepresidenta argentina estaba frente a su casa y acompañada de cientos de seguidores, cuando Fernando Andrés Sabag Montiel, se acercó a Cristina Fernández de Kirchner y le apuntó desde una distancia muy corta. frente a su casa, cuando la vicepresidenta se acercaba a saludar a la militancia y firmaba libros frente a su domicilio en el barrio de Recoleta.
Quién era el pistolero?
Fernando Andrés Sabag Montiel, un hombre brasileño de 35 años, aunque residente en Argentina desde el año 1993 (en La Paternal, barrio céntrico de Buenos Aires).
Posee antecedentes delictivos por tenencia ilícita de armas que datan del año 2021 cuando fue detenido. También pasó por el calabozo el pasado mes de marzo por el mismo delito, según apunta el periódico argentino ‘Clarín’. En esta última ocasión fue detenido con un arma blanca de 35 centímetros de longitud y alegó que era para «defensa personal».
Las investigaciones dirán si lo hizo por iniciativa personal o fue contratado para hacerlo.
Repudio colectivo
Todos los sectores de la colectividad argentina han condenado el ataque a la vicepresidenta, pese a que existen diferencias en cuanto el feriado que decretó el presidente Alberto Fernández porque Cristina sigue con vida.
Distintos mandatarios han enviado su palabra de solidaridad; particularmente sensible fue la misiva del papa Francisco:
«Habiendo recibido la preocupante noticia del atentado que vuestra excelencia sufrió en la tarde de ayer, deseo expresarle mi solidaridad y cercanía en este delicado momento», dice la misiva del papa argentino y agrega: «Rezo para que en la querida Argentina prevalezcan siempre la armonía social y el respeto de los valores democráticos, contra todo tipo de violencia y agresión», dijo el Sumo Pontífice
