Nada como tener un buen verbo y saber manejarlo

Columnistas

Ramon Velasquez Gil

Hubo un presidente en un país de latinoamericano que ciertamente tenía carisma y verbo, pero como siempre pasa cuando no se tiene materia gris para acompañar ese verbo, este se convierte en verborrea que agota significativamente al auditorio.

Es que el talento del verbo..se nace con el…pero la cultura para acompañarlo..tiene que ser adquirida..con estudios,..con sentido comun,..con madurez y con sensatez.

Aquel presidente, daban ganas de salir corriendo cuando decía sus peroratas por radio y televisión.

El verbo o labia, como le dicen en la calle, puede ser la diferencia al hacer un buen negocio o ganar un juicio, por ejemplo

Decir lo correcto y en el momento preciso es la clave del éxito y no sumergirse en una aburrida y babosa cadena incomprensible  y sin sintaxis oral. Siempre se ha tenido la creencia, por ejemplo, de que quien habla mucho sirve para abogado. Nada mas alejado de la realidad.

Primero que nada, la abogacía hay que estudiarla dos veces: primero en la universidad y después en la calle, en los tribunales que es donde vas a aprender a usar el verbo junto con lo que aprendiste en cinco años de grado y dos de postgrado.

Yo tengo un colega que es abogado criminalista muy bueno, pero no podía ir a las audiencias orales sin mi compañía pues en pleno juicio se le volaban los tapones, siempre. Y tenía yo que saltar al ruedo y tomar las riendas.

Así que no es fácil, así hables mucho. En todo hay que ser preciso y conciso. Y así es cualquier evento de la vida real en que se interactúe con otras personas.

Veamos,  por ejemplo en el arte de seducir.

Aunque el ser bien parecido ayuda, el buen verbo es la clave para enamorar.  Y es así por que el ¡buen porte¡ funciona a primeras de cambio, pero sí después resulta que se es una persona que no maneja bien el verbo y que solo ¡galafatea¡, no llegara muy lejos la cosa.

A las mujeres hay que seducirlas, enamorarlas, con buen verbo, la mano un poco suelta y buena presencia, por supuesto; porque si eres un tipo desaliñado y ¡pichirrazo¡ agarrado, ninguna mujer lo soportará más de un día.

Es por eso que el tener buen verbo es un arma de doble filo porque si abusas del verbo, no habrá Dios que te escuche y te puedes convertir en el ¡rompe grupo! del lugar donde te desenvuelves.

Y mejor me callo.

Saludos.

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