Desfile en Nueva York para celebrar a sus trabajadores esenciales

New York

Nueva York rindió homenaje a los «héroes» que permitieron a la ciudad aguantar el golpe de la pandemia, desde el personal médico hasta los repartidores o los empleados del metro, que ahora esperan muestras de reconocimiento, no solo gestos simbólicos.

Tal como lo prometió durante el pico de la pandemia que se llevó miles de vidas en la Gran Manzana, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, homenajeó a los trabajadores esenciales con un mega desfile, una de sus últimas acciones antes del final de su mandato el próximo noviembre.

Centenas de personas llegaron a la zona de Battery Park, muy cerca del toro de Wall Street, para honrar a quienes lo arriesgaron todo cuando Nueva York fue el epicentro mundial de la pandemia.

Entre los homenajeados está Luis Jiménez, un dominicano que hace 22 años conduce un autobús por las calles de Manhattan.

“Para mí, que soy conductor en la ciudad, nunca había visto [a Nueva York] cerrarse totalmente”, dice a RFI Jiménez, quien entre fotos y selfies, hizo un alto para recordar esa etapa trágica. “A nosotros nos conocen como ‘la ciudad que nunca duerme’ y de repente [tuvimos] este freno. Fue algo impresionante y daba mucho miedo. Perdimos más de 300 miembros en total”. 

Entre la música de orquesta y bajo los vítores, a pesar de un fuerte calor, hubo grupos de médicos y enfermeros, repartidores, empleados del transporte público y de supermercados, porteros de edificios.

“Vivo cerca de acá y cada tarde, a las siete, veníamos a agradecerles simbólicamente así que hoy que están acá en persona vine a hacer lo mismo pero esta vez con ellos en frente”, dice a RFI Jackie Blaley quien lleva doble máscara en una muchedumbre, en su mayoría sin mascarilla.

Carrozas con personal de la salud, algunos con los ojos humedecidos, bandas, música y festejo y a bordo de un convertible la invitada de honor, Sandra Lyndsay, la enfermera que fue la primera en recibir la vacuna en Estados Unidos.

“Me pone nerviosa la gente que se resiste a la vacuna porque va a haber más muertos en este país y van a ser los que no están vacunados”, dice a RFI la epidemióloga Marlene Lalota. “Desafortunadamente será gente joven y saludable, gente que se cree invencible. Por eso estoy nerviosa”.

En este clima de algarabía el coronavirus parece estar desterrado pero el propio presidente de EE. UU., Joe Biden, lamentó no haber logrado su objetivo de que el 70% de la población tenga al menos una dosis y expresó su preocupación por el aumento de la variable Delta que avanza en el oeste y el centro del país.  

El paso del tiempo y la llegada del invierno dirán si esta batalla está realmente ganada. Por ahora, los neoyorquinos, deciden celebrar y agradecer.

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