La Policía de Nueva York decidió dejar de lado una innovadora iniciativa con la que había empezado el pasado mes de febrero a vigilar ciertas zonas de la ciudad con perros robóticos después de la polémica que han despertado estos dispositivos, según trascendió esta semana.
Tras las solicitudes judiciales presentadas por el concejal neoyorquino Ben Kallos y el portavoz del Concejo de Nueva York, Corey Johnson, para conocer los detalles del funcionamiento del aparato electrónico, oficiales de la Policía afirmaron que el contrato firmado con el fabricante, Boston Dynamics, había sido cancelado el pasado 22 de abril, según apuntó The New York Times.
En una entrevista con el medio, el subcomisario del departamento de inteligencia y antiterrorismo de la Policía de Nueva York, John Miller, confirmó que el contrato se había anulado y que el perro robótico que estaba en manos de las fuerzas del orden de la ciudad había sido devuelto a Boston Dynamics, o que sería devuelto pronto.
La Policía de Nueva York, explicó, cambió sus planes con respecto al dispositivo -apodado Digidog- después de que se convirtiera en «objetivo» de personas que habían empezado a utilizarlo para impulsar debates sobre las razas y la vigilancia, agregó Miller.
«Este perro va a salvar vidas», dijo en diciembre 2020 en una entrevista televisiva el inspector Frank Digiacomo, de la Unidad de Respuesta Asistida de la Policía de Nueva York. «Va a proteger a la gente. Va a proteger a los agentes», agregó. Sin embargo, el perro robótico recibió muchas críticas desde su primera misión el pasado mes de febrero, cuando fue utilizado en el barrio de El Bronx en respuesta a un allanamiento de morada, y las opiniones negativas se incrementaron después de ser visto cumpliendo labores de vigilancia en un complejo de viviendas sociales en Manhattan.
El concejal Kallos opinó que el perro subraya la «militarización de la Policía (…) En un momento en el que deberíamos tener más policías en las calles, desarrollando relaciones con los residentes, ellos van en otra dirección intentando reemplazarlos con robots». Bill Neidhardt, portavoz del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que estaba «contento» de que «Digidog haya sido sacrificado (…) Es extraño, alienante y envía el mensaje erróneo a los neoyorquinos».
La llegada de los perros robóticos a Nueva York se produjo en un momento en el que las prácticas y las políticas de las fuerzas de seguridad de EE. UU. estaban siendo analizadas de cerca como resultado de las muertes de varias personas afrodescendientes a manos de policías, entre los que destacó el asesinato de George Floyd en Minneápolis, que desembocó en manifestaciones contra el racismo en todo el mundo.
Según el portavoz de Boston Dynamics Michael Perry, de los 500 perros robóticos que están desplegados por todo el mundo, solo 4 de ellos están siendo utilizados por departamentos de Policía. Además, este miércoles la empresa señaló que los dispositivos «no están diseñados para ser utilizados como armas, ni para dañar ni intimidar a personas o animales».
