El gobierno de Estados Unidos admitió que se enfrenta a una crisis en el suministro de combustible en ciertas zonas tras el ciberataque contra la mayor red de oleoductos del país, pero aclaró que no hay escasez de gasolina.
Cientos de estaciones de servicio en el sureste del país reportaron estar sin combustible mientras los clientes hacían fila para llenar sus tanques, señalaron analistas.
Por eso, la administración de Joe Biden ha pedido a los consumidores que no acumulen carburantes y a los vendedores que no aprovechen este momento para especular.