¿Pueden las terapias traumatológicas desbloquear la prisión de la psicosis?

Salud

Tradicionalmente, las personas que experimentan tanto trauma como psicosis han tenido opciones de tratamiento limitadas. Los supervivientes de traumas con síntomas de psicosis se han enfrentado a dificultades para acceder a la atención adecuada porque el trauma y la psicosis a menudo se trataban como cuestiones separadas.

Este enfoque ha encarcelado metafóricamente a los sobrevivientes de traumas con psicosis, poniendo obstáculos importantes en su camino hacia la atención.

Sin embargo, investigaciones recientes destacan la eficacia de un enfoque basado en el trauma para quienes experimentan psicosis, lo que abre nuevas posibilidades para quienes tienen antecedentes traumáticos complejos.

En un nuevo estudio, Amy Hardy, del King’s College de Londres, y sus colegas revisaron los enfoques de la terapia integrativa para abordar a los sobrevivientes de PTSD con psicosis.

La investigación evaluó varios tratamientos, incluido EMDR para la psicosis (EMDRp), terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma para la psicosis (tf-CBTp) y enfoques dialógicos dirigidos a la audición de la voz. Estas terapias innovadoras, como Talking with Voices (TwT) y AVATAR, tienen como objetivo fomentar relaciones más positivas con las voces.

Mientras TwT enfatiza la construcción de interacciones de voz constructivas, AVATAR utiliza medios digitales para facilitar el diálogo con estas voces.

La nueva investigación realizada por Hardy, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres, en colaboración con un equipo global de expertos, ofrece una visión profunda de la relación entrelazada entre el trauma y la psicosis.

Esta nueva revisión llega en un momento crucial, destacando tanto el papel que desempeñan los eventos traumáticos en el desencadenamiento de síntomas psicóticos como la disparidad actual en el acceso a terapias basadas en el trauma para quienes viven con psicosis en los EE. UU.

Históricamente, la aparición de la psicosis se entendía principalmente a través de una lente biogenética. Sin embargo, la investigación contemporánea está girando hacia un enfoque más integral basado en el trauma, reconociendo las profundas implicaciones de las experiencias traumáticas, especialmente las sufridas en la primera infancia, en la aparición y progresión de la psicosis.

Estos acontecimientos traumáticos no coexisten simplemente junto con la psicosis; influyen en su propia naturaleza. El estudio revela cómo los sucesos traumáticos, especialmente aquellos que tienen su origen en la victimización interpersonal infantil, no sólo se correlacionan con la aparición y persistencia de la psicosis, sino que podrían desempeñar un papel causal en ella.

Estas experiencias suelen reflejar la naturaleza de los episodios psicóticos, donde el contenido y la percepción de estas experiencias reflejan traumas pasados.

Sin embargo, a pesar de las conexiones convincentes entre el trauma y la psicosis, las personas diagnosticadas con esta última han sido históricamente marginadas de los ensayos y tratamientos de terapia del trauma. El estudio sugiere que esta exclusión se debe al miedo a causar más daño o al riesgo de recaída debido a la tensión emocional que supone procesar recuerdos traumáticos.

Este descuido es más que un simple paso en falso clínico; es una cuestión de justicia. Dada la evidencia que muestra que las personas con antecedentes tanto de trauma como de psicosis a menudo enfrentan desafíos clínicos exacerbados y una eficacia reducida de los medicamentos, la falta de acceso a terapias basadas en el trauma es una desigualdad significativa en la atención médica.

Afortunadamente, la marea está cambiando. Los investigadores y profesionales están empezando ahora a abordar este descuido.

La revisión arroja luz sobre los avances innovadores en este ámbito, introduciendo modelos cognitivo-conductuales seminales de psicosis que desentrañan los mecanismos a través de los cuales el trauma puede precipitar experiencias psicóticas. Además, profundiza en terapias emergentes como EMDR para la psicosis (EMDRp), Terapia Cognitivo-Conductual centrada en el trauma para la psicosis (tf-CBTp) y enfoques dialógicos, subrayando el potencial de terapias coproducidas como “Hablando con Voces” y digitalmente. Terapias “AVATAR” aumentadas.

Terapia Cognitivo Conductual para personas con psicosis (TCCp)

Los autores escriben que la terapia cognitivo-conductual para personas con psicosis (TCCp) puede ser una terapia eficaz basada en el trauma, pero es posible que no aborde por completo la integración total de las emociones.

EMDR para la psicosis (EMDRp)

La terapia EMDR se ha centrado durante mucho tiempo en el trastorno de estrés postraumático y recientemente se ha utilizado para abordar los efectos traumáticos de las experiencias psicóticas (EMDRp). La evaluación de los resultados de EMDRp es limitada, pero está en marcha en los Países Bajos como un proceso integrador para tratar y cuidar a los sobrevivientes de PTSD con psicosis. EMDR tradicional se centra en el procesamiento de recuerdos traumáticos. Los recuerdos traumáticos no procesados pueden generar importantes desafíos de salud mental, y abordar la psicosis como una experiencia traumática es el enfoque para crear un mayor acceso a la atención.

Intervenciones específicas para voces relacionadas con trauma: hablar con voces

Al igual que los Sistemas Familiares Internos (IFS), un enfoque relativamente “nuevo” en los Estados Unidos (fundado a principios de la década de 1980) basado en abordar las diversas “partes” de una persona creadas a través del trauma, nuevos tratamientos dialógicos que abordan directamente las voces auditivas están surgiendo como efectivos. tratos. A través de IFS, las personas trabajan con sus diferentes “partes” con un terapeuta capacitado que ayuda a facilitar el diálogo.

Hardy y sus coautores examinan Talking with Voices (TwV) y AVATAR como terapias emergentes para abordar los síntomas de la psicosis como una respuesta al trauma. TwV se centra en crear un diálogo simbiótico internamente, mientras que el tratamiento AVATAR utiliza tecnología digital para crear un diálogo externo para el superviviente.

Los autores no abordan las desigualdades generales que prevalecen en la atención de salud mental, como el acceso limitado para las comunidades subrepresentadas o las que viven en la pobreza en los Estados Unidos.

Los autores señalan que los supervivientes de traumas que experimentan psicosis tienen opciones de tratamiento limitadas dentro del paradigma de atención de salud mental, lo que genera inequidad para los supervivientes de PTSD con psicosis.

Los usuarios de los servicios rara vez cuentan con sistemas de apoyo adecuados o acceso al tratamiento. Las terapias traumáticas para la psicosis inician una conversación significativa sobre esta población ignorada. Investigaciones anteriores han examinado la realidad de la psicosis basada en el trauma y la importancia de un sistema de apoyo que no considere al sobreviviente como «loco» o «loco».

Los entornos de apoyo con una perspectiva centrada en el trauma se están convirtiendo en una conversación esencial en torno a los supervivientes de la psicosis.

El estudio demuestra que están comenzando a aparecer soluciones transformadoras e integradoras. Sin embargo, los médicos siguen siendo reacios a tratar a los supervivientes que también padecen psicosis. Enmarcar las soluciones presentadas en el estudio para el consumo general es un paso natural hacia mejorar el acceso a quienes viven en una prisión de psicosis donde se observa inequidad relacionada con el tratamiento.

Las personas que enfrentan múltiples capas de barreras, como aquellas con crisis de salud mental, comunidades minoritarias y comunidades LGBTQ+, merecen atención médica y acceso a tratamiento adecuados. Tratamientos como los Sistemas Familiares Internos son cada vez más accesibles en los Estados Unidos. Si bien estos importantes tratamientos parecen estar en el horizonte, queda mucho trabajo por hacer para abrir completamente las puertas relacionadas con la prisión metafórica creada a través de la experiencia de la psicosis.

No se trata sólo de integrar terapias traumatológicas en los regímenes de tratamiento de la psicosis, sino también de repensar nuestra comprensión de la psicosis misma.

Cuando reconocemos el papel fundamental que desempeña el trauma en la configuración de las experiencias psicóticas, allanamos el camino para estrategias de tratamiento más holísticas, empáticas y efectivas.