Es Poutine no Putin. Sin embargo, pierde fuerza en la mesa de Quebec

Sabores

La ira hacia el líder ruso atrapó a una víctima improbable: un manjar franco-canadiense de papas fritas, requesón y salsa.

La decisión de Vladimir Putin de invadir Ucrania ha provocado manifestaciones en todo el mundo, con cientos de miles de personas saliendo a las calles para condenar la guerra

Poutine, el famoso plato, comparte su nombre, en francés, con el difamado presidente ruso. Y a medida que Putin se convierte en el blanco de las protestas, también lo ha hecho un restaurante que vende el plato.

Maison de la Poutine, con restaurantes tanto en París como en Toulouse, dijo que recibió insultos y amenazas tras la invasión rusa de Ucrania.

“Nuestro plato nació en Quebec en la década de 1950. Y las historias para contar su origen son numerosas. Pero una cosa es segura: la poutine fue creada por cocineros apasionados que querían brindar alegría y comodidad a sus clientes”, tuiteó la compañía. “La Casa de Poutine ha trabajado desde su primer día para perpetuar estos valores y hoy brinda su más sincero apoyo al pueblo ucraniano que lucha valientemente por su libertad contra el tiránico régimen ruso”.

La fila sigue a la decisión de un restaurante con sede en Quebec de sacar el nombre del menú.

Le Roy Jucep, que afirma ser el lugar de nacimiento de la poutine en la década de 1950, dijo que se estaba distanciando del nombre, describiéndose a sí mismo como «el inventor de las papas fritas con queso y salsa».

Estimados clientes, esta noche el equipo de Jucep decidió retirar temporalmente la palabra P**tine de su marca registrada para expresar, a su manera, su profunda consternación por la situación en Ucrania”, escribió recientemente el comensal en Facebook, antes de retirar el cargo.

Se cree ampliamente que el nombre del plato proviene de la pronunciación franco-canadiense de la palabra inglesa «pudding» para describir la mezcla blanda.

En inglés, las diferencias en la pronunciación significan que puede haber poca superposición con el nombre del líder ruso. Pero la transliteración francesa de Putin, ya modificada para evitar confusiones con el insulto putin, ha dejado un amplio margen para los cables cruzados.

“Gente, por favor dejen de confundir a Putin con poutine”, tuiteó un usuario. “Uno es una mezcla peligrosa y malsana de ingredientes grasosos, grumosos y congelados, el otro es un alimento delicioso”.

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