La variante Delta: ¿cuáles son sus síntomas?

Salud

La variante delta del coronavirus es la mutación más contagiosa hasta ahora en la pandemia, pero las vacunas contra el virus que causa el COVID-19 aún brindan una fuerte protección contra ella. 

Casi todas las hospitalizaciones y muertes por COVID-19 que ocurren en la actualidad han sido de personas no vacunadas.

Sin embargo, investigaciones recientes indican que aquellos vacunados sí pueden infectarse con la variante delta. 

Y aunque es poco probable que se enfermen gravemente, sí pueden contagiar a otras personas.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) citaron el aumento de la variante delta al pedir a las personas completamente vacunadas que vuelvan a usar mascarillas en sitios cerrados en las zonas del país donde actualmente hay una alta tasa de contagios.

La nueva pauta ayuda a proteger a los que no están vacunados, incluidos los niños y otras personas que corren un alto riesgo de contraer una enfermedad grave si se infectan.

La variante mantiene en alerta a las autoridades sanitarias de los Gobiernos de todo el mundo.

La Organización Mundial de la Salud informó que la variante Delta de coronavirus ya se detectó en al menos 132 países.

Los síntomas de la variante Delta son:

  • Tos continua
  • Fiebre
  • Pérdida o cambio en el olfato o gusto
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de garganta
  • Secreción nasal

Los síntomas están más asociados a un resfrío común. 

Por ello, muchas personas no se sienten muy enfermos y continúan con su vida, convirtiéndose así en un foco de contagio.

Ante esta situación, los especialistas recomiendan que, ante cualquier síntoma, se realicen testeos y cumplan un aislamiento estricto.

La variante Delta, también conocida como B.1.6172, se ha destacado por su capacidad para replicarse de manera más rápida que otras. “Se transmite dos veces más que la variante Alfa”, aseguró Soumya Swaminathan, jefa del departamento de científicos de ese organismo internacional dependiente de la ONU.

Según la revista New England Journal of Medicine, las vacunas de Pfizer y AstraZeneca mostraron una respuesta inmune frente a la variante Delta, siempre y cuando se reciban las dosis completas. 

La vacuna Pfizer tiene una efectividad del 88% frente a la variante Delta, contra un 95% frente al virus original. 

Y la AstraZeneca alcanza una efectividad del 67%, comparado al 92% de efectividad frente a la cepa original.

Mientras que un estudio presentado por Johnson & Johnson demuestra que la monodosis de la vacuna de Janssen genera una fuerte y persistente actividad frente a la variante india y otras prevalentes. 

En contraposición, según un estudio realizado por la Universidad de Nueva York, los niveles de anticuerpos generados fueron muy bajos y quienes recibieron esta vacuna podrían llegar a necesitar la aplicación de un refuerzo.

Los virus mutan constantemente y la mayoría de los cambios no son preocupantes, pero a los científicos les preocupa que la propagación descontrolada pueda crear más mutaciones y producir una variante que sea aún más contagiosa, causando que la gente se enferme más gravemente, o que pueda evadir la protección que brindan las vacunas actuales.

Es por eso que los expertos dicen que es importante que las vacunas estén accesibles a nivel mundial y recalcan la importancia de completar el esquema de vacunación.

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