El comité judicial del Senado de EEUU celebró una audiencia para discutir los aportes de los llamados ‘soñadores’ y escuchar los argumentos a favor y en contra de otorgarles un camino a la ciudadanía a estos inmigrantes que fueron traídos al país en la infancia.
Con testimonios que resaltan los aportes de los llamados “dreamers” o “soñadores” al país y sus comunidades se realizó una audiencia ante el comité judicial del Senado de Estados Unidos para instar al Congreso a que finalmente tome acciones para protegerlos.
“Para muchos de nosotros, el país del que venimos está solo en nuestros recuerdos. El único país que conocemos es aquí, donde nos quedamos. Si los beneficiarios de DACA tuvieran un camino hacia la ciudadanía, le harían un favor a la economía porque apoyaríamos a nuestro país sin miedo. Si algún día se elimina DACA, todas nuestras vidas volverán al limbo”, aseguró durante su testimonio la oficial de policía Mitchell Soto Rodríguez, quien llegó con sus padres de México cuando tenía nueve años.
Soto Rodríguez compartió su historia de sacrificios desde que llegó a este país hasta lograr convertirse en una oficial de policía. “Cuando era niña nos paró un oficial y yo sentía mucho miedo porque estábamos indocumentados, pero fue su trato compasivo lo que me inspiró a también querer ser algún día oficial de policía y ayudar a mi comunidad”, contó.
Una meta que logró gracias al estar amparada por DACA, que le permitió estudiar y trabajar para luego conseguir que el jefe de la policía de Blue Island, en Illinois, cambiara las reglas para permitir que un beneficiario de DACA pueda ingresar al cuerpo policial de la ciudad.
La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) es un programa de protección temporal otorgado por el presidente Barack Obama en 2012 que debe renovarse cada dos años.
La audiencia encabezada por el senador demócrata Whip Dick Durbin, presidente del comité judicial del Senado y uno de los patrocinadores del proyecto de ley conocido como “DREAM Act”, que propone la residencia permanente con un camino a la ciudadanía para los jóvenes «soñadores», insistió en la necesidad de aprobar una legislación bipartidista y expresó su frustración por la falta de acción a lo largo de más de 20 años.
DREAM Act
El senador Durbin presentó por primera vez el proyecto de ley conocido como DREAM ACT en 2001. Esta legislación bipartidista permitiría a los jóvenes soñadores obtener un estatus legal permanente tras pasar por rigurosas verificaciones de antecedentes y si cumplen ciertos requisitos laborales y/o educativos.
El DREAM Act también se introdujo en un proyecto de ley migratoria en 2013 patrocinado por el llamado “Grupo de los Ocho”, pero a pesar de que fue aprobado en el Senado encontró resistencia por parte del liderazgo republicano.
A lo largo de los años esta propuesta legislativa ha sido obstruida al menos cinco veces.
Luego de mostrar un corto video con testimonios de jóvenes de cuando empezó la lucha por una protección legal para estos inmigrantes que fueron traídos por sus padres cuando eran niños, el senador Durbin dijo estar “orgulloso” de ver a estos jóvenes hoy convertidos en “defensores de que EEUU merece estar a la altura de su promesa de igualdad de justicia”.
«No es momento de discutir DACA»
El senador republicano Lindsay Graham enfátizó que no era el momento para discutir DACA porque lo que se ha visto en los últimos tres años sobre el tema de la migración “ha sido un completo desastre”.
“Las políticas de esta administración nos han demostrado que no han hecho ningún esfuerzo serio para controlar esto [la migración irregular]. Para nosotros, si legalizas a alguien en este contexto, cualquier problema que se tenga al respecto empeorará exponencialmente. Así que yo no creo que avance para nada con respecto a una ley como el DREAM Act”, argumentó Graham.
Durante su alocución el senador dijo que hoy en día están más preocupados por “recuperar la soberanía del país” porque una frontera abierta se convierte en un “cóctel letal” al permitir el paso de criminales, terroristas y contrabando de drogas como el fentanilo. “Hasta que estas situaciones no se arreglen, nada va a suceder”, dijo con respecto a la posibilidad de una ley de inmigración.
Por su parte, el senador demócrata Alex Padilla respaldó la necesidad de una legislación para proteger a los soñadores y marcó la diferencia entre los migrantes que ingresan actualmente por la frontera y los miles de jóvenes indocumentados o protegidos actualmente por DACA, muchos de los cuales se encuentran en el limbo en estos momentos.
“Es verdad que deberíamos trabajar para abordar los desafíos en la frontera, pero esos inmigrantes que buscan entrar por la frontera estadounidense forman parte de una población muy diferente a los dreamers y otros inmigrantes que han estado en EEUU durante años y en algunos casos hasta décadas trabajando, contribuyendo con la economía y criando a sus familias”, agregó el senador Padilla.
De igual manera, María Gabriela Pacheco, presidenta y directora ejecutiva de la organización TheDream US no sólo defendió el programa DACA sino que catalogó de «pretextos» los argumentos de los republicanos para aprobar una legislación que ampare de manera permanente a los soñadores.
«Nadie está negando que existe una necesidad de hacer reformas para asegurar nuestras fronteras en nombre de la seguridad nacional del país. Eso no se está debatiendo. Lo que sí decimos es que no deben usar eso de excusa para no hacer nada. Desde que empecé esta lucha hace más de 20 años escucho lo mismo. Antes no se hablaba del fentanil, se hablaba de evitar que ingresen terroristas. Creo que el Congreso tiene la habilidad de hacer algo y arreglar el sistema», declaró Pacheco a la Voz de América.
Aporte económico de inmigrantes con DACA
Según el profesor Tom K. Wong, quien fue invitado a la audiencia, los dreamers aportan aproximadamente 45.000 millones de dólares a la economía a través de sus salarios, así como con 13 millones de dólares en el pago de impuestos.
“Si DACA terminara, los expertos estiman que la economía estadounidense podría perder 1.000 millones de dólares mensuales a medida que los permisos de trabajo de los beneficiarios de DACA expiren en un período de dos años. Así también se perderían más de medio millón de empleos estadounidenses durante el mismo período de tiempo”, explicó Wong.