Ramon Velasquez Gil
El Riesgo siempre ha sido una limitante en todas las cosas que hacemos o dejamos de hacer.
Una noche en nuestra casa en Venezuela, Carlos, mi hijo se sentía muy mal con el dolor de garganta debido a una fuerte amigdalitis.
Jurungando por allí, encontró un frasquito de antibiótico,..del prescrito para la infección de amigdalas (no recuerdo el nombre) y una inyectadora. Eran más o menos las Diez de la noche.
Desesperado con el dolor, se recordó que me había visto inyectar a nuestra perra «Betty»; Me llamó a su habitación y me pidió: ¡¡papá, quiero que me pongas esta inyección!!…
¿Qué? ¿Estás loco? Le respondí;
papa tu inyectas a Betty. Ponmela por favor, me rogó
¡ Qué broma!, pensé. Pero nada mas ver su cara de dolor me hizo decidirme.
Me recordé de Google. Encendí la computadora, busqué en Google y me dio la información del lugar exacto donde poner la inyección, sin dejar paraítico al pobre muchacho. Menos mal que para aquel entonces cada nalga de Carlos era como un campo de soccer.
Segun Google, uno traza una cruz en la nalga y en el cuadrante superior derecho de la cruz, allí se clava la aguja.
Fue fácil jajaja. Lo más difícil de poner la primera inyección es conseguir quien le ponga la nalga a uno.
Segundos después, cuando acababa de ponerla (con éxito). Llegó Enit, su mamá, quien escuchó la bulla y cuando vio la escena grito: ¿Qué hacen? ¿Están locos? ¡coño! ¡Me van a matarr de un susto! ¿Cómo se les ocurre?
La cosa es que yo quedé enfiebrado en poner Inyecciones y al día siguiente le compré dos más para ponerselas a Carlos. Pro esta vez nos encerramos con llave.
Tiempo después, mi esposa sufría de una fuerte gripe y yo, tratando de curarla, andaba inyectadora en mano tras ella a fin de ponerle una inyección. Pero en un descuido, echo correr y no la pude alcanzar.
Bueno, así fue como superé el factor riesgo y aprendi a poner inyecciones.
La última vez que puse una fue a Elizabeth, una compañera de trabajo aquí en Miami. ..No ha vuelto mas al trabajo desde ese entonces y no me responde el teléfono. No sé qué pudo haber pasado.
¿Estará bien?..
Saludos.
