Manolo Blahnik cumplió 80 años

La casita Trendy

Carrie Bradshaw nunca vivió realmente, pero Manolo Blahnik debe su ascenso de diseñador de zapatos de éxito a icono de la moda y la cultura pop a la columnista de periódico interpretada por Sarah Jessica Parker en la serie de culto «Sexo en Nueva York». Carrie convirtió los «Manolos» en el objeto codiciado de muchas mujeres de todo el mundo a finales de los años 90. Y Blahnik se convirtió en el «Dios del Zapato», como llaman al siempre modesto, autodespectivo y locuaz hombre no sólo sus fans, sino también medios de renombre como el Washington Post.

Este pasado domingo, el español cumplió 80 años, pero el hombre que sigue trabajando cada día no piensa en la jubilación. «Soy un adicto al trabajo, no paro de trabajar. No puedo concebir la idea de la jubilación», declaró al periódico británico The Guardian en octubre.

«Nunca me canso de crear. Nunca dejaré de explorar cosas nuevas. ¿Sentarse en el sofá a ver la televisión y comer patatas fritas? Eso me parece un infierno».

La vida de este diseñador nace en el corazón de las plataneras familiares de su isla y se desarrolla en capitales como Londres, donde en 1973 abrió su primera tienda. Dos años antes, le cambió la vida el encuentro con Diana Vreeland, editora de Vogue USA, que le presentó su amiga Paloma Picasso. La dama con más influencia mediática en la moda le aconsejó que se dedicara a diseñar zapatos cuando vio sus dibujos. Blahnik era fotógrafo en el Sunday Times. Y le hizo caso. Hasta hoy.

En los últimos cuatro decenios ha labrado una industria de éxito bajo la marca de su nombre, que le ha granjeado un prestigio internacional de excelencia y singularidad. En los Estados Unidos, aludir a los Manolos es invocar los sublime, lo valioso e irrepetible. 

En Cincuenta sombras de Grey, la protagonista calza zapatos de fiesta obra de Manolo Blahnik. Premio Nacional de Diseño de Moda en 2012, Manolo Blahnik no ha visto correspondida su labor en su propio país como merece, y hasta esa fecha reciente apenas había sido reconocido en España, pese a la proyección excepcional de su trabajo, que sí le deparó distinciones como el título honorario de la Orden del Imperio Británico, por su contribución a la industria de la moda en Reino Unido.

El diseñador de zapatos de lujo para mujer, ha conseguido entrar en el zapatero de muchas royals, entre las que se encuentra la Reina Letizia. Lo cierto es que llegó a convertirse en lo que es hoy por casualidad, ya que comenzó a estudiar arte y escenografía en París, cuando su gran amiga Paloma Picasso le presentó a la entonces directora del Met Costume Institute, Diana Vreeland. Al ver los bocetos de Manolo, la directora vio que estaba ante un diamante en bruto, y le animó a probar suerte como diseñador de zapatos.

En 1971 desarrolló su zapato inaugural para un desfile del diseñador de moda británico más relevante de aquel momento, Ossie Clark. Abrió su propia boutique en Old Church Street (Chelsea), y consiguió que pasaran por ahí algunos amigos como Bianca Jagger, Rupert Everett, David Hockney y Anna Wintour. A día de hoy se ha convertido en uno de los grandes diseñadores de España, y sus obras han logrado cruzar nuestras fronteras.