Tan acogedoras como controvertidas, las botas Ugg

La casita Trendy

Los últimos meses de confinamiento han llevado a numerosas prescriptoras de estilo a experimentar con diversas prendas y accesorios, entre los cuales las botas Ugg se han posicionado como uno de los más destacados. Si bien esta pieza de calzado suele resultar un tanto divisora al ser considerada por unas como una variante de pantufla apta solo para el hogar, algunas conocedoras se han atrevido a incorporarlas a su street style, dando como resultado ensambles más favorecedores de lo que inicialmente podríamos pensar.

Aupadas por celebridades de todo tipo, traspasaron fronteras, clases sociales y estilos. Las dos Kates más famosas del mundo, Moss y Middleton, las llevaban cada una a su manera. La primera, como icono incontestable del nuevo look bohemio; la segunda les abrió las puertas de los círculos más elitistas de Londres. Las Olsen, antes de convertirse en los adalides del lujo silencioso, pasaron por una fase grunge con estas botas puestas. Al mismo tiempo, en California, la protoinfluencer del milenio Paris Hilton las convertía en el uniforme choni global al llevarlas con sus chandal de Juicy Couture y sus bolsos de lujo de grandes logos. La millonaria las puso de moda entre sus amigas Lindsay Lohan, Britney Spears y Nicole Richie, pero también entre millones de adolescentes y veinteañeras de todos los rincones del planeta. 

La marca llegó a vender 14 millones de botas en solo un trimestre en 2004. Lo insólito del caso es que, aunque las originales estaban pensadas para aguantar los fríos inviernos de las Montañas Azules australianas (y que por cierto se llevan sin calcetín), ellas las llevaban a 30 grados en el eterno verano de Beverly Hills. Un salto en el tiempo hasta 2020 las sitúa de nuevo como el calzado al alza, aupadas por los efectos de la pandemia, que ha cambiado nuestra forma de vestir en busca de la comodidad.

Una vez establecido que las botas Ugg estarán de regreso en nuestros guardarropas durante los últimos meses del año, y no solo con la intención de acompañar outfits cómodos para hacer home office, más de una se enfrentará al gran dilema de cómo llevarlas para no comprometer tu distinción.

Joan Smalls decidió complementar sus botas Ugg con un estilo muy femenino y relajado, que no dejó completamente de lado una chispa de sofisticación. Llevando un vestido corto negro junto a una chamarra afelpada de la colección ready-to-wear de Ugg.

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