¡Bienvenidos a toda nuestra hermosa comunidad! Hoy en nuestro espacio Sabores les compartiré este delicioso postre
Ingredientes
- 170 gr queso ricotta
- 160 gr queso de untar
- 200 gr fresones frescos grandes
- 210 gr galletas María
- 160 gr mantequilla pura
- 300 ml nata para repostería
- 245 gr confitura de fresas casera
- 170 gr gelatina de fresas
- 4 cucharadas y media soperas azúcar blanca granulada
- 3 cucharadas soperas neppanage. Glaseado
- 35 ml agua natural de azahar
- 3 gotas esencia de azahar natural concentrado
- 1/4 de una cucharadita Pumpkin pie Spice
Preparación
En primer lugar, forramos un molde desmontable de 20 centímetros redondo con papel untado con mantequilla en las paredes y el fondo.
Seguidamente, cogemos una picadora y trituramos las galletas hasta convertirlas en una harina y lo hacemos en dos veces para que se puedan triturar bien.
Una vez trituradas las galletas, las pasamos a un bol.
A continuación, derretimos la mantequilla al baño María o en microondas y se la añadimos a la harina de las galletas.
Seguidamente, cogemos una lengua de silicona y mezclamos bien hasta que la harina de galletas absorba toda la mantequilla.
A continuación, cogemos el molde y le añadimos la masa de galletas y con la lengua la repartimos por toda la superficie del molde.
Seguidamente, cogemos una cuchara y apretamos la masa y sobre todo por los bordes para cuando lo desmoldemos nos quede bonita y dejamos enfriar en el frigorífico durante unos treinta minutos más o menos.
Mientras tanto, ponemos una olla pequeña en el fuego, le añadimos los 300 ml de nata, las 4 cucharadas soperas y media de azúcar Blanca granulada, las tres gotas de esencia natural de azahar y el 1/4 de la cucharadita de Pumpkin pie Spice. El Pumpkin pie Spice, es una mezcla de especias norteamericana que suelen utilizar para hacer la tarta de calabaza y otros tipos de dulces.
Seguidamente, cogemos una lengua de silicona y removemos hasta diluir el azúcar.
Una vez diluida el azúcar por completo.
Le añadimos la gelatina de fresas y removemos.
Seguidamente, removemos hasta que se diluya sin dejar a que llegue a hervir.
Cuando veamos que va a hervir, la retiramos del fuego y con una varilla, comenzamos a mezclar rápidamente fuera del fuego hasta que se temple un poco.
A continuación, le añadimos el queso ricotta y el queso de untar.
Seguidamente, volvemos a mezclar con la vainilla hasta que se integren los dos quesos.
A continuación, sacamos el molde del frigorífico con la base de galletas.
Seguidamente, le añadimos la mezcla de quesos poco a poco.
A continuación, lo guardamos en el frigorífico y dejamos enfriar durante cuatro horas.
Pasadas las cuatro horas, sacamos el molde del frigorífico y comenzamos a añadir la confitura de fresas.
Seguidamente, cogemos una cuchara y la expandimos por toda la superficie.
Una vez que le hayamos puesto toda la confitura de fresas.
Cortamos los fresones por la mitad y los colocamos encima bien alineadas.
Seguidamente, lo volvemos a guardar en el frigorífico mientras preparamos el glaseado. Llegado a este punto, la tarta ya está lista para servir pero si quieres añadirle el glaseado, aquí voy a enseñar cómo hacerlo.
Para el glaseado, ponemos una olla pequeña en el fuego, le añadimos los 30 ml de agua de azahar y las tres cucharadas soperas de neppanage, o glaseado en español. El neppanage, se vende en unas tarrinas y tiene una textura como si fuera una gelatina y es muy dulce, que hay que diluir en agua de azahar en mi caso y sirve para dar brillo a los pasteles, tartas y todo tipos de postres.
A continuación, cogemos una cuchara y removemos hasta que se diluya.
Una vez diluida, retiramos del fuego y dejamos tibiar para que espese un poco porque cuando está caliente, está muy líquida y hay que dejar que espese un poco.
Una vez tibia, cogemos una cuchara grande y le vamos poniendo por encima de las fresas y cuando espese del todo, se lo añadimos a la tarta por encima.
A continuación, la guardamos en el frigorífico y dejamos hasta que cuaje el glaseado que serán un par de horas.
Pasadas las dos horas, sacamos la tarta del frigorífico, desmoldamos y listo para servir y disfrutar de una gran tarta de fresas y quesos.