Jesús Elorza
Durante los 22 años de el régimen socialista-bolivariano-revolucionario del siglo XXI, los Juegos Deportivos Nacionales (JDN) han sufrido los embates de una gestión gubernamental caracterizada por el totalitarismo autocrático centralizado de sus incompetentes autoridades deportivas. Sumado a ello, los casos de corrupción derivados de los contratos de mantenimiento o construcción de las instalaciones deportivas, los comedores, la compra de materiales deportivos y el negocio de los uniformes deportivos. En su loco afán de “control revolucionario” el régimen optó por centralizar toda la actividad deportiva trasladando, en primer lugar, al Instituto Nacional de Deporte IND, la administración de las instalaciones deportivas localizadas en los estados gobernados por opositores al régimen. Los primeros estados en sufrir las consecuencias de esta dictatorial medida fueron Zulia y Táchira y posteriormente la medida fue extendida a la región capital, al quitarle la sede de los juegos nacionales a Caracas, porqué el Alcalde de la región era opositor.
Para favorecer los incrementos a los presupuestos y las ganancias de los corruptos, el régimen con sus incapaces autoridades deportivas, impuso la multiplicación de las sedes y dieron paso a Los Juegos Nacionales de los Andes con sus sedes en Mérida, Táchira y Trujillo y a los Juegos Nacionales de Los Llanos con sus sedes en Guárico, Apure y Barinas.
Finalmente, para el 2013 los Juegos fueron asignados a la región capital con sus sedes en Caracas, Miranda y Vargas. Siendo esta la última edición de los juegos. Desaparecidos los dineros del Fondo Nacional del Deporte, la escalada hiperinflacionaria y la progresiva devaluación de nuestro signo monetario marcaron definitivamente la suspensión de la realización bi-anual de los Juegos Deportivos Nacionales.
Durante 22 años consecutivos, hemos sido testigos del desastre continuado de los Juegos y en particular, de la permanente suspensión en estos últimos ocho años. Por ello, en su momento, llamó la atención, a los atletas, entrenadores y dirigentes deportivos de todo el país, el anuncio del Ministro del Deporte en el pasado mes de octubre en donde señalaba “el regreso de los JDN para el 8 de diciembre en las sedes de Caracas, Miranda y La Guaira”
En su discurso, el presidente del IND, Juan Carlos Amarante dio rienda suelta a su demagógica e irresponsable conducta al anunciar con bombos y platillos que:
“…la vigésima edición de los JDN se celebrará del 8 al 19 de diciembre y contará con la participación de 10.655 atletas de todas las regiones del país. En esta oportunidad entrarán en acción en busca de los máximos honores, 5.217 atletas en femenino y 5.448 en masculino en un total de 63 modalidades deportivas. La capital del país servirá de escenario para 23 disciplinas deportivas. La región mirandina acogerá 16 especialidades. La Guaria albergará seis deportes. Carabobo 3. Lara 3. Guárico 2 y Yaracuy 3. Además, participaran 2.077 entrenadores, 1.123 delegados, 1.474 árbitros, 186 federativos y 400 miembros del Comité Organizador. Estos serán los mejores JDN de la historia…”
Luego de escuchar semejante perorata demagógica, la realidad dejó al desnudo a la fracasada revolución y sus incapaces autoridades. Las observaciones y reclamos críticos en todo el país no se hicieron esperar:
-Los atletas reclamaban que no tenían instalaciones adecuadas para sus entrenamientos, no tenían asistencia social de ningún tipo: becas, comedores, transporte, viáticos ni protección para su salud.
-Los entrenadores luchaban contra los salarios de hambre que les pagaban, no tenían seguros de HCM, no disponían de material deportivo, nunca tenían respuestas a sus planes de entrenamiento y sus centros de trabajo estaban en abandono total.
-Los dirigentes deportivos, comenzaron a reclamar que a pesar de haber logrado clasificar a sus equipos en los eventos zonales, ahora eran informados que estaban eliminados y en los deportes individuales les comunicaban que por órdenes del IND debían reducir sus delegaciones.
-Los directivos de los organismos deportivos regionales señalaban carecer de recursos para asistir a unos juegos y con múltiples sedes las necesidades también se multiplicaban y no eran atendidas por ninguna autoridad.
Al final, el Ministro del Deporte Mervin Maldonado, con el caradurismo de los incapaces, anuncia que “los JDN que iban a celebrarse en diciembre de este año, fueron pospuestos para enero del 2022 debido a que los Institutos Regionales, por los cambios de autoridades resultados de las elecciones, pidieron un poco más de tiempo”. Argumento este que se cae por su propio peso, puesto que la fecha de las elecciones regionales estaba establecida desde comienzo de año y no haber tomado esa previsión solo demuestra la incompetencia e incapacidad de las autoridades deportivas.
Las verdaderas razones están a la vista: falta de recursos, instalaciones destartaladas, atletas y entrenadores sin protección social, la no aprobación de los Programas Operativos Anuales y la descabellada decisión de eliminar, sin fundamento alguno, disciplinas deportivas o número de atletas que se habían ganado su derecho a participar en los eventos clasificatorios.
Ahora vienen con el cuento chino de las elecciones de gobernadores y alcaldes. Lo más probable es que en el próximo mes de enero, anuncien una nueva suspensión por la cercanía de los carnavales.
Al conocerse la suspensión de los JDN, en las instalaciones deportivas de todo el país, se escuchaba un grito de protesta ¡Esta revolución es la muerte de los juegos! …seguimos en lo mismo.