Con una subvención de 3,3 millones de dólares por cuatro años de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), investigadores de la Universidad Case Western Reserve estudiarán si ciertas proteínas cerebrales pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y las habilidades de pensamiento.
Según la Asociación de Alzheimer, casi 7 millones de estadounidenses mayores de 65 años padecen esta enfermedad y hay más muertes por Alzheimer que por cáncer de mama y de próstata juntos.
Investigaciones anteriores han encontrado evidencia de que el Alzheimer comienza cuando la barrera protectora del cerebro, llamada barrera hematoencefálica (BHE), se debilita.
Este debilitamiento permite que sustancias nocivas entren al cerebro, lo que podría provocar la aparición del Alzheimer.
El estudio, respaldado por el NIH, examinará la función potencial de los receptores de epítopos (Eph) en la enfermedad de Alzheimer.
Los receptores de Eph son proteínas que inicialmente investigó Bing-Cheng Wang, profesor de farmacología en la Facultad de Medicina de Case Western Reserve, por su papel en el desarrollo cerebral y el cáncer. Median diversas interacciones entre células.
Según Matthias Buck, profesor de fisiología y biofísica de la Facultad de Medicina, y sus colegas, estas proteínas podrían estar implicadas en la desintegración de la barrera hematoencefálica, que es crucial para proteger al cerebro de los daños que se producen durante los accidentes cerebrovasculares y las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer.
El nuevo estudio amplía los 15 años de investigación de Buck sobre el Eph.
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Texas y de la Universidad de Tennessee, en colaboración con el laboratorio de Buck, que estudia una parte de la proteína del receptor Eph mediante técnicas avanzadas de imagenología y computación, estudiarán cómo se comporta esta proteína en las células vivas.
Y los científicos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center están utilizando la cristalografía para comprender la estructura de la proteína.
El Alzheimer es una enfermedad muy compleja, por lo que este proyecto requiere la colaboración de personas con capacidades especiales.
Dado que algunos agentes infecciosos pueden atravesar la barrera hematoencefálica y los receptores Eph son útiles, tenemos previsto contar con la ayuda de más socios locales y nacionales a medida que esta investigación gane impulso.
Prevemos que esta investigación dará lugar a descubrimientos que, algún día, harán posible el tratamiento de una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo”.
Matthias Buck, profesor de fisiología y biofísica de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve