Comunicación entre hígado y cerebro es clave para controlar alimentación

Salud

Una investigación destaca el papel del nervio vago hepático en la regulación de los ritmos de ingesta de alimentos, ofreciendo nuevos conocimientos para posibles tratamientos contra la obesidad .

Un estudio reciente de Science descubrió que la comunicación entre el nervio vago aferente hepático (HVAN) y el cerebro influye en los patrones circadianos de alimentación.

En ratones, la extirpación quirúrgica del HVAN corrigió la ingesta de alimentos alterada y redujo el aumento de peso debido a dietas ricas en grasas, lo que sugiere que el HVAN podría ser un objetivo para los tratamientos contra la obesidad.

Los ritmos circadianos son ciclos de 24 horas que regulan los cambios físicos, mentales y de comportamiento en los animales, generalmente alineados con los ciclos de luz y oscuridad.

Si bien suelen ser estables, estos ritmos pueden verse alterados por cambios en el comportamiento o la exposición a la luz, como ocurre con el jetlag o el trabajo por turnos, lo que provoca una desincronización entre los sistemas orgánicos.

El núcleo supraquiasmático (NSQ) actúa como reloj circadiano maestro y utiliza señales luminosas para establecer bucles de retroalimentación (TTFL, por sus siglas en inglés) de los genes del reloj molecular.

Hallazgos recientes muestran que casi todas las células somáticas también mantienen sus propios TTFL, que ayudan a equilibrar los ritmos circadianos con otros procesos, como la ingesta de alimentos.

La sincronía entre el SCN y los ritmos hepáticos sincronizados con los alimentos es crucial para mantener el equilibrio metabólico en medio de cambios ambientales.

Los estudios realizados tanto en roedores como en humanos sugieren que la desincronización entre estos sistemas perjudica la salud, aumentando el riesgo y la gravedad de trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes.

Sin embargo, los mecanismos y señales precisos que impulsan estas interacciones siguen sin estar claros.

El presente estudio investiga los mecanismos de comunicación que establecen el ritmo circadiano entre el hígado y el cerebro mediante la eliminación de los receptores nucleares REV-ERBα/β en sistemas modelo murinos.

Estos receptores nucleares han sido identificados previamente como componentes reguladores centrales de la homeostasis cronometabólica. En consecuencia, su eliminación induce desincronía.

En contraste con investigaciones previas en el campo, los investigadores utilizaron inyecciones en la vena de la cola de adenovirus capaces de eliminar REV-ERB, lo que le proporcionó al presente estudio la ventaja única de interrupciones del reloj específicas de la ubicación (en lugar de a nivel de todo el sistema).

En concreto, esta metodología de estudio permitió observar y manipular la asincronía entre el hígado y el cerebro dejando inalterados otros sistemas orgánicos, reduciendo así sustancialmente el ruido de fondo y los resultados confusos.

Se llevaron a cabo intervenciones quirúrgicas y experimentales en tres cohortes diferentes de ratones de laboratorio adultos: C57Bl/6J, Nr1d1 fl/fl /Nr1d2 fl/fl y Arntl fl/fl .

Los resultados investigados incluyen cambios en la expresión genética entre ratones de control (cirugía simulada) y de caso (HepDKO) y comparaciones entre sus respectivas ganancias de peso corporal durante el período de estudio.

El estudio se centró además en el papel del nervio vago hepático (VH) en la señalización cerebral y la modulación del peso.

Si bien ya se sabía que funcionaba como centro de transmisión para suministrar al cerebro datos metabólicos del hígado, el papel explícito del VH en la comunicación circadiana y los ritmos de ingesta de alimentos sigue siendo hipotético.

El presente estudio explora el pa¡”l del HV a través de la eliminación quirúrgica de la ablación quirúrgica del HV en ratones caso y las comparaciones posteriores de su aumento de peso con controles en condiciones de obesidad inducida por la dieta (DIO).