Las personas usan sus manos a diario para realizar tareas y seguir con sus vidas. Cuando las articulaciones de la mano se vuelven rígidas y rígidas para moverse, puede resultar debilitante y difícil de funcionar. Este puede ser el caso de personas que tienen osteoartritis en la mano. Los investigadores están interesados en comprender las opciones de tratamiento más efectivas para las personas con osteoartritis de la mano.
Un estudio reciente publicado examinó qué tan bien el medicamento metotrexato puede ayudar a tratar la osteoartritis de la mano.
El estudio encontró que los participantes que recibieron metotrexato durante seis meses tuvieron una mejoría moderada del dolor.
Los resultados indican que el metotrexato, que es útil en el tratamiento de otros tipos de artritis como la artritis psoriásica o reumatoide, puede beneficiar a las personas con osteoartritis e inflamación de las manos.
¿Cuáles son los síntomas de la osteoartritis?
La osteoartritis es una afección que afecta las articulaciones del cuerpo. Uno de los lugares más comunes donde ocurre es en las manos. Las personas con osteoartritis en las manos pueden informar problemas de movimiento, hinchazón de las articulaciones y dolor. La inflamación de las articulaciones o la sinovitis pueden ser especialmente preocupantes.
La Dra. Fiona E. Watt, lectora de reumatología, reumatóloga consultora honoraria, miembro de UKRI Future Leaders y parte del Grupo de Investigación de Osteoartritis, Departamento de Inmunología e Inflamación del Imperial College de Londres, que no participó en el estudio, explicó a Medical Noticias hoy:
“La osteoartritis de la mano es la forma [más común] de artritis que afecta las manos; generalmente se asocia con cierta inflamación del revestimiento de la articulación, también conocida como inflamación sinovial (sinovitis), aunque es posible que no esté presente todo el tiempo o al menos. todas las etapas de la condición”.
La osteoartritis de la mano y la inflamación de las articulaciones asociada pueden ser difíciles de controlar y tratar. Los autores del estudio actual querían ver si el medicamento metotrexato puede ser útil para ayudar a aliviar el dolor en personas con osteoartritis y sinovitis en las manos. El metotrexato es un tratamiento común para otros tipos de artritis, como la artritis reumatoide.
El profesor Philip Conaghan, director del Centro de Investigación Biomédica NIHR Leeds en el Reino Unido y experto en artritis, que tampoco participó en el estudio, explicó a MNT por qué este fármaco no suele considerarse como tratamiento de primera línea para la osteoartritis:
“El metotrexato es el fármaco [más común] utilizado en todo el mundo para tratar la artritis inflamatoria inmunomediada, como la artritis reumatoide o la artritis psoriásica. Tiene múltiples acciones antiinflamatorias. Debido a que la inflamación en la osteoartritis no es impulsada principalmente por el sistema inmunológico, no ha quedado claro si el metotrexato funcionaría en la osteoartritis”.
El metotrexato mejora el dolor y la rigidez en la osteoartritis
La autora del estudio, la profesora Flavia Cicuttini, jefa de la unidad musculoesquelética de la Universidad de Monash y jefa de reumatología del Hospital Alfred, explicó la dificultad que rodea las opciones de tratamiento para la osteoartritis de la mano.
“La osteoartritis de la mano es una afección incapacitante que causa dolor y afecta la función, impidiendo actividades diarias como vestirse y comer. Puede reducir significativamente la calidad de vida”, dijo a MNT.
Para observar la eficacia del metotrexato para mejorar el dolor en personas con osteoartritis de la mano con sinovitis, los investigadores realizaron el estudio actual.
El estudio fue un ensayo doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo. Los investigadores incluyeron 97 participantes en su análisis. De este número, 50 participantes recibieron metotrexato y 47 recibieron placebo. Los participantes tomaron placebo o metotrexato semanalmente durante seis meses.
Todos los participantes tenían osteoartritis de la mano y sinovitis en al menos una articulación, según lo confirmado por resonancia magnética. Excluyeron a los participantes que padecían otros tipos de artritis y ciertas afecciones como cáncer y hepatitis B.
Además de su participación en el estudio, los participantes también recibieron la atención habitual de sus profesionales de la salud. Tomaron ácido fólico cualquier otro día de la semana en el que no estuvieran tomando metotrexato, ya que esto puede ayudar con los efectos secundarios del metotrexato.
El grupo de metotrexato tuvo un índice de masa corporal ligeramente mayor que el grupo de placebo. Aparte de esto, los grupos eran muy similares.
Los investigadores encontraron que el grupo de metotrexato tuvo un mayor nivel de reducción del dolor y la rigidez que el grupo de placebo.
Se informaron algunos eventos adversos en ambos grupos, que podrían haber estado relacionados con los medicamentos del estudio. Sin embargo, en general, el metotrexato fue bien tolerado.
“Existe un mecanismo creíble para el beneficio observado en este estudio y, en general, el estudio está bien diseñado. Por ejemplo, fue bueno ver que se excluía a las personas que tenían indicadores de artritis reumatoide en los análisis de sangre” declaró el Prof. Conaghan.
Limitaciones del estudio
La naturaleza de este estudio permite un control estricto y un bajo riesgo de sesgo. De todos modos, los investigadores aún reconocen algunas limitaciones potenciales.
En primer lugar, el período de intervención sólo duró seis meses. Por tanto, estudios futuros podrían incluir un tiempo de seguimiento más prolongado. Faltaron algunos datos de algunos participantes, lo que indica la necesidad de estudios con tamaños de muestra aún mayores. Los investigadores no observaron cómo el metotrexato afectaba la progresión estructural.
Los investigadores encontraron una pausa en el estudio debido a los cierres de COVID-19. No pudieron recopilar datos sobre el resultado primario de ciertos participantes. No pudieron establecer cómo el metotrexato afectó el recuento de articulaciones sensibles e inflamadas.
Además, es posible que los efectos del metotrexato se subestimaran entre algunos participantes. Hubo un bajo riesgo de sesgo de memoria entre los participantes. La investigación también incluyó a más mujeres que hombres.