Una prueba económica y precisa que detecta infecciones por el parásito Toxoplasma gondii puede proporcionar resultados en 30 minutos con un pinchazo en el dedo en el consultorio de un médico o en una hora con una pequeña muestra de sangre analizada en un laboratorio médico local.
La nueva prueba también puede identificar falsos positivos en otros tipos de pruebas de diagnóstico comerciales para la toxoplasmosis, brindando tranquilidad rápida a las mujeres embarazadas no infectadas y a sus médicos y facilitando intervenciones oportunas para proteger al feto contra la toxoplasmosis en madres embarazadas con infección aguda.
Estos hallazgos aparecen en un estudio, dirigido por la especialista en toxoplasmosis Rima McLeod, MD, profesora de Oftalmología y Ciencias Visuales y Pediatría de la Universidad de Chicago.
Al utilizar este método y prueba para controlar mensualmente a las mujeres embarazadas para detectar infecciones por toxoplasma, comenzando antes o muy temprano en el embarazo, podemos ayudar a prevenir infecciones en sus bebés.
Esta prueba también puede contribuir a solucionar el problema de los falsos positivos de otras pruebas de Toxoplasma, de forma económica, lo que puede ayudar a tranquilizar a las mujeres embarazadas y a sus médicos”.
Rima McLeod, MD, Profesora de Oftalmología y Ciencias Visuales y Pediatría, Universidad de Chicago La detección temprana de T. gondii en mujeres embarazadas no infectadas previamente es clave para limitar el daño de la toxoplasmosis en los fetos.
“Sin un diagnóstico y medicamentos adecuados, la toxoplasmosis aguda en el feto puede ser letal o provocar un parto prematuro”, dijo la coautora correspondiente Martine Wallon, MD, del Instituto de Agentes Infecciosos y el Hospital de la Croix-Rousse en Francia.
“En los recién nacidos, puede provocar microcefalia, hidrocefalia, daños e inflamación en el cerebro, el corazón, los pulmones y los ojos, y agrandamiento del hígado y el bazo”.
El diagnóstico y tratamiento oportunos también pueden eliminar el daño cerebral, según el coautor Jorge Gómez-Marín de la Universidad del Quindío en Colombia.