La canciller de las escuelas de la ciudad de Nueva York, Melissa Aviles-Ramos, dijo el viernes a los funcionarios electos y sindicales que nunca recibió un memorando reciente de la oficina del alcalde Eric Adams que parece dar a los trabajadores de la ciudad más margen de maniobra para dejar entrar a los agentes federales de inmigración a los edificios públicos, según personas familiarizadas con las conversaciones.
El memorando del 13 de enero permite a los trabajadores de la ciudad dejar entrar a los agentes federales a los edificios públicos sin una orden judicial firmada por un juez si se sienten «razonablemente amenazados» por su propia seguridad o la de los demás, según una copia del memorando obtenida por el New York Times.
Provocó la indignación inmediata de los funcionarios electos y los defensores, que dijeron que el lenguaje facilita que los agentes federales accedan a las instalaciones de la ciudad y socava las protecciones de santuario en las escuelas, refugios y hospitales.
Pero en una declaración publicada en las redes sociales , el sindicato de maestros de la ciudad dijo: «La canciller Aviles-Ramos nos informó que el DOE no recibió la nueva guía del alcalde para las agencias de la ciudad sobre los agentes federales que intentan entrar en la propiedad de la ciudad. Las políticas existentes del DOE siguen vigentes».
Avilés-Ramos ofreció un mensaje similar a los funcionarios electos, aunque algunos querían ver un compromiso más claro por escrito, según una fuente familiarizada con las conversaciones.
La portavoz del Departamento de Educación, Nicole Brownstein, dijo en un correo electrónico que la guía para las escuelas públicas «es clara y no ha cambiado: no permitimos que la policía no local ingrese a las escuelas a menos que lo exija la ley». La guía oficial para las escuelas de la ciudad está publicada en el sitio web del Departamento de Educación, agregó.
Pero cuando se les pidió que confirmaran si eso significa que el memorando del Ayuntamiento no se aplica a las escuelas públicas, los funcionarios del Departamento de Educación remitieron la pregunta a un portavoz de Adams, quien no respondió de inmediato. El portavoz tampoco respondió de inmediato a una pregunta sobre si el memorando se aplica a los agentes de seguridad escolar, que son empleados por el Departamento de Policía de Nueva York.
Los funcionarios del sindicato dijeron que el Departamento de Educación planea enviar una declaración a las familias, pero hasta el viernes por la noche, el departamento no lo había hecho.
La guía de larga data del Departamento de Educación instruye a los directores a pedir a los agentes federales cualquier documentación y luego llamar a los abogados del departamento para esperar instrucciones. La guía no les da permiso a los empleados escolares para dejar entrar a los agentes si se sienten amenazados, aunque sí les indica que no intenten interferir físicamente con un oficial que ignore sus instrucciones.
Los funcionarios de la ciudad reiteraron ese protocolo a los directores de las escuelas en los últimos meses y han realizado sesiones de capacitación con directores y otros empleados escolares.
La noticia del memorando del 13 de enero, reportada primero por Hell Gate, provocó una ola de condenas por parte de funcionarios electos.
“El reciente memorando del Ayuntamiento proporciona una guía poco clara y preocupante sobre las interacciones con los funcionarios federales de inmigración, creando un miedo y una confusión innecesarios para nuestros educadores, estudiantes y familias”, dijo la miembro del Concejo Municipal de Brooklyn y presidenta del Comité de Educación, Rita Joseph, en una declaración en la plataforma de redes sociales X. “Esto es simplemente inaceptable”.
El presidente de la Federación Unida de Maestros, Michael Mulgrew, dijo que no ha habido “ningún caso comprobado de agentes [de Inmigración y Control de Aduanas] que hayan intentado ingresar a nuestras escuelas”. Pero los temores se han mantenido altos en medio de los esfuerzos del presidente Donald Trump por aumentar las deportaciones, lo que ha provocado rumores de agentes de inmigración en las escuelas y ha mantenido a algunos niños en casa.
