Según datos de la MTA, casi todos los autobuses urbanos de Manhattan, conocidos por su velocidad, que circulan al sur de la calle 60, han aumentado su velocidad (levemente) en las semanas transcurridas desde que entró en vigor la tarifa por congestión.
Las velocidades de los autobuses en las horas pico de enero para las líneas este-oeste que operan dentro de la zona de alivio de la congestión los días laborables revelan que 11 de las 13 rutas locales y de Select Bus Service analizadas por THE CITY aumentaron el ritmo entre un 1 y un 5 % con respecto al mismo período en 2024.
El M50, tradicionalmente uno de los autobuses más lentos de todo Manhattan, vio su velocidad promedio entre semana aumentar en un 4% en enero en comparación con el año anterior, cuando avanzaba a 4,82 millas por hora. Esa velocidad ahora ha aumentado a poco más de 5 mph.
Las ganancias de la tarifa por congestión han sido aún más pronunciadas para los pasajeros de autobuses exprés.
Los viajes diarios en los cruces del río Hudson y East River para varias líneas de autobuses exprés que unen los distritos con Manhattan han reducido, en algunas líneas, los tiempos de viaje en más de 15 minutos.
Los pasajeros de las rutas locales que cruzan la ciudad dijeron que están contentos con cualquier progreso.
«Realmente ha mejorado y creo que es notable», dijo Florey el jueves por la mañana mientras esperaba un autobús en dirección este en East 49th Street cerca de Second Avenue.
Los funcionarios de la MTA y los defensores del transporte público han promocionado un servicio más rápido para los autobuses urbanos (algunos de los más lentos del país) como uno de los beneficios de un programa de peaje para vehículos que ha ayudado a descongestionar las calles en la zona de alivio de la congestión.
El intento de Trump de descarrilar un programa que se había estado gestando durante años y que estaba diseñado para reducir la congestión y recaudar miles de millones para mejoras del transporte público desencadenó un desafío legal instantáneo de la MTA en el Tribunal Federal de Manhattan.
“Los autobuses que cruzan la ciudad han sido los más lentos de la ciudad de Nueva York desde siempre”, dijo Jaqi Cohen, directora de políticas climáticas y de equidad de la Campaña de Transporte Triestatal. “Y de un solo golpe, pudimos hacer lo impensable y acelerarlos simplemente activando el interruptor de los precios por congestión”.
Pero los datos de la MTA también mostraron que casi todos los autobuses en las rutas de Manhattan ahora se mueven más lentamente durante la semana que hace cinco años: la velocidad promedio de los autobuses en las rutas del distrito el mes pasado fue de 5,9 mph, por debajo de las 6 mph de 2021.
Eso contrasta marcadamente con los autobuses de Staten Island, que son los más rápidos de la ciudad, con un promedio de 13,9 mph en diciembre, según un informe de febrero de la Oficina de Presupuesto Independiente de la Ciudad de Nueva York.
Janno Lieber, presidente y director ejecutivo de la MTA, comparó el miércoles las calles transversales de Manhattan con una «zona de muerte para los conductores», al analizar cómo han aumentado las velocidades desde el lanzamiento de la tarifa por congestión el 5 de enero.
“Canal Street, 34th Street, 57th Street: las velocidades están subiendo, subiendo, subiendo”, dijo Lieber después de que el director del Departamento de Transporte de Estados Unidos escribiera en una carta a la gobernadora Kathy Hochul que la aprobación de la Administración Federal de Carreteras de la tarifa por congestión “no estaba autorizada por ley”.
Lieber dijo a NY1 el jueves por la mañana que los escáneres de peaje de vehículos aún no se están apagando, al tiempo que sostuvo que el gobierno federal “no puede terminar unilateralmente el programa”.
“Las mejoras en el tráfico y las velocidades de viaje fueron casi inmediatas, y los neoyorquinos lo entienden, por eso se está viendo que la gente, ya sabes, cambia de opinión”, dijo Lieber.
A bordo de un autobús M57 en dirección este durante la hora pico del jueves por la mañana, Rajas Chordiya, de 23 años, dijo que ha visto un pequeño aumento de velocidad durante sus viajes diarios por la ciudad a lo largo de la calle 57.
“Se ha vuelto como cinco minutos más rápido”, dijo. “Se nota un poco”.
