Los dirigidos por Hansi Flick dieron un paso casi definitivo hacia el título de LaLiga, gracias a una actuación brillante que les permitió revertir un 0-2 en contra y dejar sin reacción a su eterno rival y se llevan el clásico.
El FC Barcelona firmó una remontada memorable en Montjuic al vencer 4-3 al Real Madrid, en un partido que quedará en la memoria de los aficionados culés.
Los dirigidos por Hansi Flick dieron un paso casi definitivo hacia el título de LaLiga, gracias a una actuación brillante que les permitió revertir un 0-2 en contra y dejar sin reacción a su eterno rival.
La victoria no solo fue importante por el orgullo que representa el Clásico, sino porque deja al Barça con una ventaja considerable en la recta final del campeonato.
El arranque del encuentro fue complicado para los azulgranas, ya que Kylian Mbappé, con un doblete en apenas veinte minutos, silenció el estadio y puso en aprietos al equipo local. Sin embargo, el Barcelona respondió con carácter y buen fútbol.
Eric García recortó distancias tras un córner, y luego Lamine Yamal igualó con una jugada individual. Antes del descanso, Raphinha apareció con un doblete fulminante que dio la vuelta al marcador, encendiendo la euforia en las gradas y dejando tocado al conjunto de Carlo Ancelotti.
El Barcelona cerca de ser campeón
En la segunda mitad, el Real Madrid intentó reaccionar adelantando sus líneas y volvió a encontrar a Mbappé, quien completó su triplete al minuto 70. No obstante, el Barça supo controlar los nervios en el tramo final y aseguró una victoria vital que lo deja con 7 puntos de ventaja sobre los blancos, a falta de solo tres jornadas.
Si los culés derrotan al Espanyol en su próximo compromiso, levantarán el trofeo de liga en casa del rival de ciudad, un escenario que ya ilusiona a su afición.
La derrota deja al Real Madrid sin opciones en todas las competiciones. Eliminados de la Champions League, derrotados en la final de la Copa del Rey y ahora prácticamente sin posibilidades en LaLiga, el equipo merengue atraviesa uno de los cierres de temporada más duros en los últimos años.
Todo apunta a que se avecina una reestructuración profunda, y el primer cambio sería la salida de Ancelotti, quien está muy cerca de convertirse en el nuevo seleccionador de Brasil. Mientras tanto, en Barcelona, ya se saborea una nueva conquista liguera.
Lamine Yamal indetenible
«Hoy era importante ganar ante nuestra afición, después de lo que pasó en el último partido de Champions», ha recordado a los micrófonos de Movistar +.
Pese a la victoria, Lamine Yamal, no estaba del todo satisfecho con el balance defensivo del equipo: «Tenemos que corregir esos pequeños detalles, eso goles que regalamos al final, porque ellos no nos han creado ocasiones muy claras».
Aunque, agradecido por el apoyo de la afición culé -«este año no lo hemos tenido fácil, porque no hemos podido jugar en el Camp Nou y ellos siempre han venido a animarnos», ha destacado- considera que, con la victoria en el clásico, la herida europea ya ha cicatrizado.
«Ya se lo dije a mi madre. No pasa nada, en la Champions lo seguiremos intentándolo cada año hasta que se pueda y se gane. Pero hoy era importante ganar para acercarnos al título de Liga», ha sentenciado.