Con la llegada del buen tiempo, nos despedimos de las mangas largas y damos la bienvenida a la oportunidad de adornar nuestros brazos con pulseras que realzan cualquier estilo.
Mucho más que simples complementos, estas piezas logran aportar un toque de sofisticación y personalidad a cada look, convirtiéndolos en auténticas declaraciones de moda.
Si bien los collares han ocupado un lugar destacado como el accesorio preferido de la temporada, las pulseras no se quedan atrás y se posicionan como elementos imprescindibles para los próximos meses.
Inspirándonos en el street style de las capitales de la moda, hemos recopilado los diseños que no pueden faltar en tu colección. Así, la espera por el inicio oficial de la primavera se vuelve más emocionante y cargada de estilo.
De eslabones
Son uno de los mayores clásicos en la joyería y su encanto se encuentra en esa mezcla entre robustez y finura que de inmediato atrae la atención hasta nuestras muñecas. Este sólido must-have se remasteriza esta primavera-verano y viene con fuerza, por supuesto, en plata y en dorado, aunque también en la combinación de ambas.
La favorita de nuestras abuelas, la de perlas
Para todas aquellas que siguen abrazando el estilo coquette, lo ladylike o, simplemente, se sienten inspiradas por sus abuelas, esta es la opción ideal. Una manera de conectar con el pasado a través de un accesorio y que, a la vez, supone toda una declaración de estilo.
Las pulseras bangles
A diferencia de otros tipos de pulseras, este tipo se diferencia por su carácter rígido (aunque hoy en día la inmensa mayoría son adaptables) y se caracterizan por ser uno de los ornamentos más antiguos de la historia. ¿Su mayor encanto? Su versatilidad, la cual les hace capaces tanto de acompañarnos a un evento como de que las luzcamos plácidamente desde nuestro chiringuito de playa favorito. Más prácticas, imposible.
Statement bracelets: las que más llaman la atención
Si lo que nos apetece es que todo el mundo se fije en nuestras pulseras, este modelo es la respuesta. Normalmente de gran tamaño, y de todas las formas habidas y por haber, son ese accesorio que no necesita combinación, ya que basta con un brazalete que destaque para triunfar.
Las eternas pulseras finas (con o sin charms)
Probablemente, casi todas nosotras tengamos alguna desde nuestra adolescencia y nos la sigamos poniendo; motivo principal por el que son una (muy) buena inversión. De diferentes grosores, con charms o incluso brillantitos, estas pequeñas cadenas seguirán adornando nuestros brazos por muchos años más, puesto que son un clásico que siempre logra pasar de generación en generación.