Aparte de mantenernos abrigados, es esencial que las bufandas también sumen a nuestro estilo. Saber cómo llevarlas adecuadamente es clave para lograr un look elegante.
- Sobre los hombros: es una opción ideal cuando no hace demasiado frío. Conseguirás embellecer el rostro y sublimar un vestido, una chaqueta, un abrigo o cualquier prenda.
- Anudada a un lado: pon la bufanda alrededor del cuello y haz un nudo sencillo. Coloca este a un lado y sube uno de los extremos de la bufanda por encima del hombro.
- Una mitad delante y otra detrás: coloca primero la bufanda sobre los hombros y pasa uno de sus extremos por detrás del hombro opuesto. Dependiendo de tu estilo y de la temperatura, puedes ajustarla al cuello o dejarla que caiga sobre el pecho.
- Con una vuelta: una vez tengas la bufanda sobre los hombros, baja uno de sus extremos y enróllalo alrededor del cuello de manera que vuelva a caer a un lado del pecho. Puedes después hacer un nudo sencillo o simplemente acomodarla en el cuello.
- Con un nudo de corbata: se trata de una de las opciones más elegantes para llevar una bufanda. Procura que sea lo más fino posible para conseguir elevar el look.
- Con un nudo suelto: coloca la bufanda sobre el pecho y sus extremos en la espalda. Después, basta con llevar cada extremo hacia el pecho por el lado opuesto, juntarlos y hacerlos pasar por el espacio de delante del cuello. Ajusta el volumen a tu gusto y añade uno o varios lazos.