Meghan Markle llegó de la mano del Príncipe Harry a la Gala Salute To Freedom 2021, en el Sea-Air-Space Museum de Nueva York, y la pareja se transformó desde el minuto uno en los protagonistas indiscutibles de la velada.
Los duques de Sussex parecían dos estrellas de Hollywood de lo atractivos y guapos que estaban. Especialmente Meghan, que fue la reina de la alfombra roja.
La duquesa repitió rojo para un evento -al igual que hizo el año pasado en Mountbatten Festival of Music en el Royal Albert Hall de Londres-, y parece que le volvió a dar suerte.
La royal lucía espectacular con un vestido rojo pasión de Carolina Herrera, con tirantes, un escote original y algo de cola en su falda abullonada.
Un diseño de Wes Gordon que confirma por qué la marca se ha convertido, desde hace ya varias temporadas, en una firma imprescindible sobre alfombras rojas y en grandes fiestas.
La duquesa de Sussex combinó el vestido con unos salones destalonados en color vino de Giuseppe Zanotti.
Por otro lado, rescata de su joyero los pendientes Snowstorm de la colección Snowflake de Birks que estrenó el 17 de mayo de 2018 y ha llevado en múltiples ocasiones.
Confeccionados en diamantes y otro blanco de 18 quilates, están inspirados en la belleza del invierno canadiense.
También recicla su pulsera Love de Cartier y el brazalete diamond tennis que pertenecía a Diana de Gales.
Unas joyas tan opulentas requerían de un peinado que permitiera admirarlas por lo que la royal se decantó por recoger su larga melena en un moño tirante.
