Ramón Velásquez Gil
Ciertamente, en la vida existen personas que, aún desde muy niños, tienen un aura o un ángel especial para todo. Uno de ellos es Valentino mi precioso nieto, quien está cumpliendo tres añitos, hoy, once de Abril.
Todos los niños son lindos, eso es indudable, y si es el de uno, aún más. Pero él, con menos de tres años de edad, a veces nos sorprende.
Valentino aún no habla bien pues es todavía un bebé, pero dentro de su siu generis idioma, a veces logramos entenderlo y otras no. Un día, iba yo conduciendo mi carro, mi hijo Carlos iba a mi lado y Valentino atrás en su sillita de niños. Nos detuvimos por la luz roja de un semáforo y Carlos y yo, hablando no nos dimos cuenta de que el semáforo había cambiado a verde. De repente, escuchamos la vocecita de Valentino diciendo:
– Belito, “la yuz e veldeee.
Y fue en ese momento, que nos dimos cuenta de que la luz había cambiado a verde y que todos los carros de atrás nos tocaban la corneta.
No encontrábamos palabras Carlos y yo pues Valentino dijo eso y cuando vio que arrancamos, siguió en su mundo, jugando con un carrito que llevaba en la mano. No lo podíamos creer.
El Domingo de Ramos, su abuela y su papá lo llevaron a la iglesia La Guadalupe, en el Doral. Afuera de la iglesia había varios puestos de la misma iglesia, donde vendían estampitas y cosas religiosas para los planes de ayuda de dicha iglesia. Bueno, Valentino se empeñó en comprar algo y entonces su abuela le dio un billete de cinco dólares. Él agarró el billete y fue derechito donde una señora encargada de un puesto y le señaló una estampita.
– “Yoo quelo eto”, dijo señalando esa estampita entre varias que había en exhibición.
La señora se sorprendió de que quisiera esa estampita pues también había jugueticos..
-¿Y para que quieres eso bebe?” le preguntó la señora.
– “E..pa mi belito” le respondió él, confirmando que era eso lo que quería.
La mayor sorpresa fue cuando leyeron lo que decía la estampita. Contenía una oración a favor de los emigrantes y de los hijos nacidos de emigrantes en otras latitudes. ¿Cómo la escogió entre muchas otras que se referían a otras cosas?, nunca lo sabremos.
Él la recibió y con sumo cuidado, la guardó en un bolsillo de su pantalóncito para entregármela personalmente.
-“Yo lleo a belito”..dijo.
Los presentes quedaron anonadados ante lo diligente que fue para hacer la compra y cuando dio las gracias en su jerga y se retiró.
A la señora se le “aguaron los ojos” como decimos en Venezuela, ante tan emotiva escena.
En la parte In Fine de este escrito, anexaré el contenido de lo que dice la estampita y una foto de Valentino.
Nuestra hija Daniela, vino este fin de semana junto con su esposo Ever, desde Canadá, para darnos una gran sorpresa: esta embarazada y de una niña, lo cual será nuestra primera nieta.
Bueno, es el caso que a Daniela se le ocurrió comenzar a hacerle preguntas en inglés:
La mayor sorpresa para todos fue que Valentino le entendía todo lo que ella le preguntaba en inglés y le contestaba en su jerga
Nosotros, la familia cercana, nunca nos habíamos dado cuenta de ese detalle y por ello, muchas cosas que él trataba de decirnos, a veces se le parecía al inglés.
Nos dio tanto dolor en cuanto a que él, muchas veces trata de comunicarse con nosotros, no le entendemos por cuanto aun habla entrecortado y aparte, él no sabe que es otro idioma.
El asunto es que él y su hermanito están en una escuela estatal americana por ya casi dos años, donde todas sus maestras o cuidadoras solo hablan inglés y es el idioma con que se dirigen a ellos durante el día.
No sabemos hasta donde él nos entiende a nosotros pero no obstante su conducta normal de todo niño, a veces nos da sorpresas, aunado a que ya demuestra tener un gran corazón.
La estampita la pude acomodar en mi cartera y allí me acompañará por el resto de mis días
Dios lo bendiga
Saludos