En búsqueda de historia para nuevos horizontes

Columnistas

Freddy Marcano

En las cercanías del aniversario del fallido golpe del 4 de febrero, huelga comentar las consecuencias nefastas que ha tenido para el país. El terrible siglo XXI venezolano da testimonio de una exitosa acción política aunque resultara fracasada la acción militar en Caracas, con el propio Hugo Chávez, a pesar de que Arias Cárdenas lo había logrado en el Zulia.  De esto ya poco se habla.  Pero no resistimos la tentación de comparar el hecho con la acción  encabezada en 1945 por Rómulo Betancourt, de quien el próximo 22 de febrero celebraremos su natalicio.

A nivel personal, no doy comparación: Betancourt fue un temprano, valiente e ilustrado dirigente político con una obra palpable y real de gobierno, decididamente nacionalista, y que dejó una importante obra escrita que marcó a Venezuela. Supo de grandes sacrificios, de exilios y, en el ejercicio de la propia presidencia de la República, salvó la democracia venezolana contra la insurrección castrista y los golpes de derecha.  Tuvo una vida de extraordinaria austeridad, aún ocupante de Miraflores, y con mayor razón después; vivió en una casa extremadamente sencilla sufragada por sus más cercanos amigos; y su hija y nietos saben de fuertes limitaciones económicas que vivió junto con Doña Virginia,   su esposa.  Invito al lector a que responda sobre los gobernantes del presente siglo de esta patria de Bolívar que ellos creen propia.

Betancourt supo canalizar un insurgencia militar contra Medina Angarita que de todos modos se iba a dar, porque el país se negaba a la votación directa universal y secreta de todos los venezolanos para el presidente de la República, incluyendo la de las mujeres y los analfabetos, para así bajar la presión que existía en el momento. La Revolución de Octubre significó un gigantesco progreso económico y social para el país, reconquistando la dirección de la industria petrolera por vía impositiva y realizando la justicia social hasta que Pérez Jiménez la traicionó.

 Aunque la propaganda, la intensa propaganda de los sectores reaccionarios digan lo contrario,  sólo se contentó con una fachada de concreto armado en una larga y oprobiosa dictadura.  A modo de ilustración, construyó obras faraónicas en una Caracas desalcantarillada, e inauguró otras planeadas con mucha antelación, como la Ciudad Universitaria y la autopista Caracas – La Guaira. En su primer y segundo gobierno, a la vez que defendía la democracia, Betancourt gobernaba inaugurando obras y servicios, propulsando la política nacionalista del petróleo, realizando la reforma agraria, celebrando puntual y transparentemente las elecciones de 1963. 

Recordar y confrontar a través de la historia las cosas buenas que ocurrieron en el país, sin dejar pasar o dejar de lado las malas que tanto daño nos hicieron y son consecuencias de la catástrofe que hoy vivimos, es parte del trabajo que debemos hacer la oposición hoy día, pues el objetivo es buscar una pronta solución a esta calamidad que estamos viviendo.

Sólo cabe apelar al gentil lector para que evalúe las realizaciones de esta quinta república, con Chávez y Maduro, que nos lidera hacia una centuria de crisis humanitaria compleja como jamás se vio en Venezuela: la crisis que ha llevado a millones de compatriotas a buscar nuevos horizontes que ofrezcan la estabilidad que les negó la patria dirigida por este régimen de más de 24 años y que pretende continuar en el poder. Si no  aprendemos y buscamos en unidad una pronta salida, seguiremos viendo día a día, cual mirones de palo, a miles de   venezolanos muriendo de mengua y hambre por la mala situación económica que padecemos, y no es por falta de preparación o vagancia. Como ejemplo, vemos a nuestros educadores con un salario que no cubre ni sus mínimas necesidades personales, no menos las de su familia.

Toda esta crisis ha sido causada por este modelo político que busca el total control de la población, ya sea por el lado económico o el social. Insistimos, resistimos y persistimos en un verdadero cambio político, pues si abandonamos, seguiremos viendo a nuestros seres queridos salir por las diversas fronteras en la búsqueda de nuevos horizontes. Comparar nos ayudará a determinar lo mejor para nosotros y el país.

Twitter: @freddyamarcano