Las Maravillas de Hacerse el Pendejo

Columnistas

Ramon Velasquez Gil

Algunas veces, cuando para combatir el desanimo, quiero reírme un poco sin haber visto u oído nada cómico,  evoco algún chiste de esos buenos que hay muchos en la redes.

Por ejemplo, el chiste del gallego que llama a sus amigos y les comenta que: está «asustao» porque discutió con su muje´ y ella ¡le dio la razón!

Él les dice que nunca le había pasaó eso, que le da miedo, que ella trama algo.

Sus amigos le responden:

No le comas nada de lo que cocine, le dice uno.

-Mudate rápido, le dice otro.

-Hazte el muerto, le responde un tercero.

Yo le respondería: -¡Hazte el pendejo!

Y es que bueno, por lo menos en venezuela, la palabra ¡Pendejo! Define a una persona tranquila, inofensiva, nada violenta, sin recursos, etc.

Ahora bien, no es lo mismo ¡ser pendejo!, que de hecho nadie lo es, a ¡hacerse el pendejo!.

En lo personal, creo que nadie es pendejo; todo el mundo tiene su carácter y su manera de ser.

Otra cosa es hacerse el pendejo.

Eso ya conlleva planificación:  conlleva premeditación, alevosía y ventaja.

Y que efectivo es hacerse el pendejo: ello significa aparentar ser vulnerable e inofensivo, y entonces nadie se cuidará de él, por lo contrario, tratarán de impulsarlo y ayudarlo, unos o «bypassearlo» otros.

En todo caso, quizá pudiera él de esta manera, conseguir todo más fácil y sin gran esfuerzo.

Esto en teoría, claro. Porque no faltará quien trate de aprovecharse de su supuesta pendejura, pero el no dudaras en zancadillearlo pues es más pendejo quien cree que otro es pendejo.

En cuanto al gallego, hecho el pendejo, tal vez podría haber descubierto que tramaba su mujer, al haberle dado la razón, cosa que nunca había sucedido en cuarenta años de matrimonio que tenían y por cuyo temor ahora el pobre hombre dormía debajo de la cama.

La última vez que se supo de él, fue el día que se disponía a salir y al pasar por la cocina, vio a su mujer con un filoso cuchillo toledano, cortando en trozos un chorizo español.

Quién sabe que le vendría a la mente pero lo cierto es

que lo vieron salir de la casa al galope hasta el sol de hoy.

Saludos.

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