Síntomas de que algo está cambiando

Columnistas

Ramón Velásquez Gil

Ciertamente, cuando llegas del trabajo a la puerta de tu casa, y aprietas y aprietas el control y la puerta no se abre. Refunfuñas, maldices y peleas con la puerta porque vienes con hambre, insistes e insistes con el control hasta que te das cuenta de que ese control es el control del carro.

¿¿??? Te quedas calladito, ves para todos partes a ver si alguien te vio y entonces es cuando sacas del bolsillo la llave de la puerta.

Abres y entras a toda velocidad, queriendo olvidar rápido el incidente pues sabes por qué ocurrió todo ese enredo.

Cuando tú trabajo requiere que uses guantes; encontraste el derecho pero el izquierdo no lo consigues por ningún lado; entonces comienzas a mirar de reojo a los compañeros de trabajo por que “estás seguro” de que alguien lo agarró.

De repente, sientes algo en la mano izquierda y te das cuenta de que el guante izquierdo lo tienes puesto.

¿¿?? Entonces, no queda más remedio que ir al baño hecho el loco a rehacer mentalmente la situación, a ver si nadie se dio cuenta pues en el fondo, uno sabe qué algo está fallando jejeje.

Me sucedió que un día, me estoy vistiendo para salir y agarro un par de medias de una gaveta del closet, enrrolladitas como una bola, como acostumbran hacerlo cuando se lavan.

Me pongo el pantalón y cuando me voy a  a poner las medias, no las encuentro por ningún lado, no obstante que las busque hasta por debajo de la cama, pero nada.

Me di por vencido y a Dios gracias todas mis medias son blancas y ni modo, agarre otro par.  Me olvide del asunto, hasta que fui a la nevera a beber agua.  Allí estaban las medias, bien heladas por cierto y me tocó recordar que, rato antes había ido a la nevera a no sé qué.

Ahora bien, estos son graciosos incidentes que le pasan a cualquiera; solo que se hacen más frecuentes y en mayor grado, cuando uno llega a la sexalescencia.

No obstante, se denomina Sexsalescente, a aquel que ha llegado a la madures de la vida, sin miedos y sin complejos.

Así que no se preocupe mucho si le han ocurrido incidentes como estos o parecidos; es normal y más bien, disfrútelos contándolos a los amigos y familiares.

Saludos