Tremenda polémica, o al menos confusión, en la tanda de penaltis de los octavos de final entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid.
Con 2-1 en la decisiva tanda, el segundo lanzamiento rojiblanco correspondía a Julián Álvarez, que marcó el empate en un lanzamiento en semifallo por un inoportuno resbalón.
El balón entró y todo el Metropolitano lo celebró… hasta que vio que el colegiado, el polaco Marciniak, hacía un gesto que provocaba que todo el estadio contuviera el aliento. Y el colegiado no dudaba. Anulaba el gol y se debía dar por fallado.
La razón: el videoarbitraje apreciaba que el delantero había dado dos toques al balón en el lanzamiento por el resbalón, por lo que el disparo era antirreglamentario.
Posteriormente salió a la luz un vídeo con señal de ESPN que mostraba a Julián Alvarez volviendo al centro del campo tras su lanzamiento.
Una vez allí Pablo Barrios, Samuel Lino y Ángel Correa se apresuran a preguntarle por lo ocurrido y, aunque es complicado saber exactamente qué dice, queda claro que el argentino no está ni mucho menos seguro de que no haya tocado el balón dos veces. Sí se aprecia claramente cómo responde “no sé” en varios momentos.
Thibaut Courtois, meta del Real Madrid, relató cómo vio la jugada desde la portería. “Sentí que había dado un toque doble y se lo dije al árbitro. Es un poco de mala suerte para ellos”, dijo el belga. “Es algo que debe mirar el VAR. Ya que si toca dos veces, el gol es anulado. No se repite, está anulado”, explicó Iturralde González, analista arbitral de SER y AS. Aunque el exárbitro internacional tenía dudas: “No creo en las teorías de la conspiración. Pero en todas las imágenes que he visto, no me parece que dé en la otra pierna. Deben tener alguna imagen”, analizó.