Dentro de todas y cada una de las cualidades impresionantes de Kylian Mbappé y entre todos los recursos que maneja Francia, nadie contaba con la suerte como el aspecto más crucial de todos para doblegar a Austria, en un centro del capitán francés que magnificó Wober contra su portería (0-1), en un partido que terminó Didier Deschamps sin su figura, fuera de acción por un golpe y una brecha en la nariz.
Francia necesita velocidad. Es su mejor expresión. Lo dispara hacia límites insoportables para cualquier rival.
Al revés, sin vértigo, sin espacio, sin metros para activar todo lo que lleva dentro, sobre todo por el trepidante carril zurdo que mezlca la alocada zancada de Theo Hernández, atrevido, vertical e inconsistente, con Mbappé, puro desborde, su dimensión se reduce a la presunción de todo lo que puede ser, a una individualidad, a un detalle repentino.
Pese a no estar en su mejor versión, Mbappé fue la figura más importante del ataque francés. El crack del PSG generó las principales ocasiones de peligro para su equipo, pero falló en la definición en varias oportunidades.
Para colmo de males, Mbappé recibió un duro golpe en la pierna derecha a falta de pocos minutos para el final del partido.
El jugador se retiró del campo con evidente dolor y preocupación por su posible estado físico para los próximos partidos.
Con este triunfo, Francia suma sus primeros tres puntos en el Grupo F de la Eurocopa 2024 y se coloca como líder provisional a la espera del resultado del encuentro entre Dinamarca e Islandia.
Si bien la victoria es un resultado positivo, el rendimiento de Francia deja sensaciones agridulces. La falta de brillo y la lesión de Mbappé son motivos de preocupación para el técnico Didier Deschamps, quien deberá buscar soluciones para mejorar el juego de su equipo de cara a los próximos compromisos.
Francia se enfrentará a Dinamarca en su próximo partido de la Eurocopa 2024, el 21 de junio en Copenhague. Un encuentro que se presenta como clave para las aspiraciones del conjunto galo en el torneo.