Más allá que el segunda base de los Yanquis de Nueva York, Gleyber Torres, está disputando el último año contractual de su pacto con el máximo ganador de títulos en la historia de las Grandes Ligas, el venezolano está sumamente enfocado en contribuir a la causa de su divisa para aporderarse del banderín divisional en el Este de la Americana donde vienen sosteniendo una dura batalla con los Orioles de Baltimore.
Y en ese sentido, el infielder venezolano ha tomado un aire renovado en los más recientes encuentros luego que el mánager Aaron Boone decidió que comenzará como el primer en abrir la tanda ofensiva de los Bombarderos del Bronx, siendo un factor más que productivo para consolidar ese repunte que el equipo tomó para el tramo decisivo de la ronda regular.
Sin contar lo que dejó la actuación de anoche en el segundo de la serie que disputan los Yanquis en casa de los Nacionales de Washington, Torres acumula average de .250 (112-25) en 27 cotejos donde pegó trío de jonrones, produjo nueve rayitas y anotó otras 16 además de robarse dos almohadillas (aunque lo poncharon 24 veces).
No obstante, el criollo sabe cómo acoplarse a las exigencias de Boone para esa posición cuando se requiere mayor ataque contra los pitchers rivales.
Además de Torres, Ben Rice (.182 AVE) junto a Anthony Volpe (.242) y Alex Verdugo (.250) son los que Boone usó como primero al bate para los neoyorquinos en esta campaña y entre los cuatro peloteros sonaron 13 HR y remolcaron 51 carreras tras 570 turnos en el plato.
Lo cierto de todo es que el camarero venezolano mejoró sus números individuales (.273 en la 2ª mitad de la zafra por .231 en la 1ª) y su .242 AVE global en 2024 (12 HR, 50 CI) le dan esa posibilidad de reforzar la confianza para cumplir los objetivos.