Asientos estilo cafetería. Comidas para llevar tipo delicatessen. Así es el almuerzo escolar en casi la mitad de las escuelas medias y secundarias de la ciudad de Nueva York. Y pronto, el resto recibirá actualizaciones similares.
Con $150 millones en fondos de capital comprometidos a través del presupuesto recientemente aprobado por la ciudad, miles de estudiantes más de escuelas medias y secundarias verán transformadas sus experiencias en la cafetería durante los próximos cinco años.
Esta financiación se suma a los $125 millones previamente obtenidos para la iniciativa, y permitirá al Departamento de Educación comenzar también a explorar una expansión a las cafeterías de las escuelas primarias, dijeron los funcionarios.
Los cambios están diseñados para hacer que la experiencia de comer en la escuela sea más agradable y la comida más atractiva.
Hasta la fecha, el esfuerzo parece haber dado sus frutos, tal vez demasiado bien. Cuando el Departamento de Educación eliminó artículos populares como tiras de pollo, albóndigas y galletas de los menús de la cafetería en febrero, el director de presupuesto de la ciudad lo atribuyó al hecho de que demasiados niños comían en estas cafeterías de nuevo diseño.
“Tengan en cuenta que la ciudad hizo algunas inversiones significativas en las cafeterías escolares”, dijo Jacques Jiha, director de la Oficina de Administración y Presupuesto, en una audiencia del Ayuntamiento en marzo.
“Así que lo que tenemos al final es que ahora tenemos a muchos niños pasando el rato en las cafeterías y comiendo cada vez más y más y más”.
La ciudad respondió eliminando algunos de los platos favoritos de los estudiantes del menú, pero finalmente cambió de postura tras una protesta masiva.
Y para evitar que eso volviera a suceder, el presupuesto final de la ciudad incluyó 20 millones de dólares adicionales para comidas escolares .
“Hubo mucha resistencia y [la ciudad] respondió en consecuencia”, dijo Liz Accles, directora ejecutiva de Community Food Advocates, que ha presionado para que se realicen las mejoras en la cafetería.
Una de las cosas más importantes que surgieron de la experiencia, dijo, fue que “los estudiantes hablaban sobre lo que les gustaba de la comida escolar. ¿Con qué frecuencia se escucha eso?”
Accles elogió a la Oficina de Servicios de Alimentación y Nutrición por agilizar el proceso de modernización de la cafetería durante los últimos tres años.
El diseño moderno ha marcado una diferencia en la forma en que los estudiantes abordan la comida escolar, agregó.
“La comida es fundamental para todos los estudiantes, especialmente para los niños que dependen de la comida”, dijo Accles.
El hambre infantil sigue siendo un problema creciente en la ciudad de Nueva York. Aproximadamente el 78% de las familias dijeron que el costo de los alimentos estaba aumentando más rápido que sus ingresos, y el 70% indicó que se había vuelto más difícil comprar alimentos en el último año, según una encuesta de marzo realizada por el grupo de defensa No Kid Hungry. Uno de cada cuatro niños de la ciudad de Nueva York sufre inseguridad alimentaria, dijo City Harvest.
Para alentar a más niños a comer alimentos escolares, el grupo de Accles ha estado luchando durante mucho tiempo para eliminar el estigma y obtuvo una gran victoria cuando el almuerzo escolar de la ciudad de Nueva York se volvió universal. Las mejoras en la cafetería, dijo, también ayudan, especialmente para los estudiantes mayores.
“Lo que esto hace es expresar el valor de las comidas escolares, el valor de los propios estudiantes”, dijo. “Los asientos renovados, las mesas estilo comedor, las mesas redondas… parece más adulto… Esto es como una cafetería. Se siente bien.»
Community Food Advocates descubrió que las escuelas secundarias con cafeterías rediseñadas experimentaron un aumento del 35 % en la participación de los estudiantes en los almuerzos escolares.
Para saber si se ha actualizado la cafetería de una escuela, consulte el panel de la cocina escolar que la ciudad lanzó el año pasado. El sitio web también incluye información como la cantidad de comidas que se sirven, si hay una barra de ensaladas o si una escuela tiene jardín.
